La Cámara Nacional de Comercio (CANACO) en Querétaro fijó postura ante el nuevo enfrentamiento registrado el pasado sábado seis de diciembre entre inspectores municipales y un grupo de artesanos en Plaza de Armas. Su presidente, René Loya Poletti, señaló que el organismo empresarial “no está nunca a favor de la violencia”, pero enfatizó que el Municipio únicamente “está haciendo valer la ley” al ordenar el retiro de comercio informal en el Centro Histórico.
El líder empresarial subrayó que estas medidas buscan proteger al comercio establecido, que enfrenta altos costos de operación. Recordó que los negocios del primer cuadro sí pagan rentas. “En el centro son las rentas más caras de todo Querétaro: pagamos impuestos, pagamos IMSS, SAT, tenemos empleados” y que, en la mayoría de los casos, se trata de pequeños comercios: “las tortas, la ferretería, panaderías”. En este sentido, afirmó que permitir la instalación de vendedores no regulados generaría un “piso disparejo” y afectaría la igualdad de condiciones entre empresas y comerciantes.
Loya Poletti reconoció el trabajo de la mayoría de artesanos, quienes —dijo— sí han aceptado las alternativas propuestas por las autoridades. No obstante, advirtió que un pequeño grupo continúa resistiéndose y ello agrava la competencia desleal. “Cuando lo haces y tienes competencia desleal al lado de tu negocio, en frente de tu negocio, no es justo”, señaló, luego de recalcar que levantar un negocio formal implica riesgos y sacrificios: “levantar una cortina no es fácil (…) a los dos años quiebran los negocios”.
El presidente de CANACO Querétaro advirtió que estas confrontaciones perjudican también al turismo y al consumo local, especialmente porque suceden en el punto más visitado del Centro Histórico. “Realmente este tema no ayuda a nadie (…) espantan a los turistas, espantan al queretano que quiere ir al centro a consumir”, expuso. Recordó que los comercios del primer cuadro han impulsado una asociación para recuperar la vocación histórica de Plaza de Armas como punto de encuentro ciudadano.
Durante el intercambio con medios, Loya Poletti también expuso la presión económica que enfrentan los negocios formales del Centro Histórico: “una renta barata no baja de 20 mil pesos y hay rentas de hasta 200 o 250 mil pesos”. Agregó que, entre semana, los comerciantes reportan poca afluencia, lo que hace más urgente fortalecer las condiciones para la economía formal y combatir prácticas irregulares.
Finalmente, hizo un llamado tanto al Municipio como a los artesanos a privilegiar la vía del diálogo para evitar que el conflicto escale. “Esperemos que todo se tranquilice y por medio del diálogo se solucione, porque estas acciones (…) no benefician ni al comercio formal ni a ellos, porque ni ellos hoy están pudiendo trabajar”. Añadió que, si la ciudadanía considera que debe modificarse la regulación del comercio en vía pública, “entonces el tema es hablar con nuestros diputados, senadores y que modifiquemos leyes”, pero advirtió que, mientras no ocurra, es necesario cumplirlas.
