Tal como ya se había pronosticado, el cambio climático incrementará la frecuencia y magnitud de las tormentas que provocan impactos ambientales, como las inundaciones.
Y aunque el cambio climático no determina directamente el tiempo, sí altera los factores ambientales, atmosféricos y oceánicos, lo que favorece la formación de nubes convectivas y la posibilidad de ciclones.
El cambio climático aumenta la temperatura de la superficie del mar, lo que hace que el aire sea más inestable. También aumenta el vapor de agua en el aire, por lo que, si este asciende, la lluvia puede ser bastante intensa y duradera.
Y algunos investigadores creen que la deforestación a gran escala en Indonesia -que cuenta con unas de las mayores reservas forestales del mundo- ha incrementado las posibilidades de inundaciones y deslizamientos de tierra.
Por su parte, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), indicó que este clima extremo ha interactuado con factores estructurales de largo plazo, incluido el cambio climático, la rápida urbanización y los planes de gestión del agua obsoletos, lo que ha provocado inundaciones generalizadas y graves»,
Y en el caso de Indonesia, la Agencia Nacional para la Gestión de Desastres (BNPB) de Indonesia, duplicó el número de desplazados registrando un poco más de medio millón de personas desalojadas en las provincias de Sumatra Septentrional, Aceh y Sumatra Occidental. Dicho temporal ya ha afectado a unos 3,3 millones de personas en esas provincias, que albergan a más de 20 millones de ciudadanos, mientras que el balance de heridos, algunos de ellos de gravedad, se acerca a los 6.200. Además la Agencia cifra en unas 9.000 las casas que han sufrido daños, 3.600 de las cuales quedaron totalmente destruidas debido a desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra.
Pero además de los impactos en vidas y viviendas, se estima, por parte de un organismo de la ONU, que los daños en el sur de Tailandia generarán un shock económico agudo en esa zona, muy cercano a un impacto de nivel de depresión, con cicatrices a largo plazo.
En torno a estos impactos, también encontramos preocupaciones en el sector de los seguros, ya que la brecha en la cobertura de seguros se amplía cada vez más y los expertos señalan que los fenómenos extremos cada vez más frecuentes pueden hacer insostenibles los modelos actuales. Las compañías se disponen a excluir ciertos riesgos naturales, mientras en los países en desarrollo la mayoría de los daños siguen sin estar asegurados.
Y de acuerdo al Centro de Estudios Económicos y Legales (CELIOS), los daños estimados solo para la economía de Yakarta ascenderían a 4.000 millones de dólares, mientras que algunas sociedades privadas de inversión tailandesas han calculado los daños económicos entre 360 y 740 millones de dólares.
Incluso el presidente indonesio, Prabowo Subianto, también señaló que los eventos extremos de este tipo serán cada vez más frecuentes debido al cambio climático.
a periodistas en Ginebra que Indonesia, Filipinas, Sri Lanka, Tailandia y Vietnam se encuentran entre los países más afectados por lo que describió como “una combinación de lluvias relacionadas con el monzón y actividad de ciclones tropicales”.
Clare Nullis, portavoz de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), dijo que Asia es muy, muy vulnerable a las inundaciones, señalando que las inundaciones encabezan constantemente la lista de peligros climáticos en la región, según los informes anuales de la OMM sobre el Estado del Clima.
Y como dato extraordinario “A finales de octubre, una estación meteorológica en el centro de Vietnam registró un récord nacional de lluvia en 24 horas de 1,739 milímetros (1,739 metros), lo que se describió como «realmente enorme». «Es el segundo total más alto conocido en cualquier parte del mundo para lluvia en 24 horas».
Finalmente, la UNICEF subrayó que el desplazamiento ha obligado a las familias a refugiarse en albergues inseguros y superpoblados, mientras que las inundaciones y los sistemas de agua dañados están aumentando el riesgo de brotes de enfermedades.
Los comentarios sobre la intensidad de los devastadores fenómenos meteorológicos, la OMM, explicó que el aumento de las temperaturas «incrementa el riesgo potencial de lluvias más extremas porque una atmósfera más cálida contiene más humedad».
«Esa es la ley de la física … estamos viendo más lluvias extremas y seguiremos viéndolas en el futuro».
Las leyes de la física son indiferentes al negacionismo: a mayor temperatura, mayor humedad, mayor cantidad de lluvia, mayores inundaciones. Esto es lo que está ocurriendo en Asia.
De esta forma, podemos ver como el cambio climático genera impactos, que pueden ser muy grandes (como actualmente sucede en Asia, por las inundaciones), dependiendo del grado de vulnerabilidad de los territorios.
Esta será la constante de aquí al futuro cercano, mayores tormentas y de mayor magnitud, lo que nos hace pensar en las acciones preventivas para reducir el riesgo y los impactos.
Así tenemos que la imprevisibilidad, intensidad y frecuencia de los recientes eventos climáticos extremos están abrumando a los gobiernos del sudeste asiático. Y tal postura se le atribuye a una tendencia a centrarse en responder a los desastres en lugar de prepararse para ellos.
Y a ello, hay que considerar que los futuros desastres nos darán aún menos tiempo de preparación.
Y para concluir, diremos que un estudio dirigido por la Red de Salud Global de Oxford alertó que el incremento de las temperaturas y los cambios en las precipitaciones están facilitando la propagación de infecciones transmitidas por vectores, entre otras problemáticas, por ende, el avance del cambio climático está generando una amenaza sanitaria de dimensiones crecientes.
Por ello, en cada territorio debe haber un Plan de Acción ante el cambio climático que contemple medidas de prevención y adaptación, así como los recursos económicos para hacer frente a los desastres y daños en el patrimonio de las familias.





