Ante la crisis económica agravada por la pandemia, un padre de familia tomó la decisión de intercambiar pinos y otras plantas por víveres para llevar comida a su casa. El hombre se instaló frente al histórico Acueducto, símbolo de la ciudad, tras un año de carestía y falta de empleo, siguiendo el ejemplo de las artesanas originarias de Amealco que hacen lo mismo con sus productos, incluida la muñeca Lele, en la Ciudad de México. Este es el otro Querétaro.