Washington, 4 May .- La Cámara de Representantes de Estados Unidos someterá a votación este jueves la nueva ley sanitaria con la que los republicanos quieren derogar y reemplazar la del expresidente Barack Obama, conocida como “Obamacare”.
La votación llega después de que los republicanos la suspendieran en marzo por falta de apoyos pese a gozar de una amplia mayoría en el Congreso y que el presidente Donald Trump decidiera congelar el proyecto.
El líder de la mayoría republicana en la cámara baja, Kevin McCarthy, pronosticó confiado el éxito para su partido en la votación después de un día de cabildeo y de la intervención personal del presidente Trump con el fin de presionar a algunos en busca de su voto.
Pasará, es un buen proyecto, afirmó McCarty sobre la nueva versión en la que trabajaron de forma ardua en las últimas horas, en busca de evitar una derrota como la del 24 de marzo, cuando el partido Republicano se vio obligado a retirar la iniciativa ante la falta del apoyo necesario para avalarla.
El anuncio de la votación se dio a conocer después de que los representantes Fred Upton y Billy Long manifestaran ayer que respaldarían la iniciativa tras una enmienda introducida por el primero de ellos, quien había criticado la propuesta por dejar desprotegidas a las personas con condiciones médicas preexistentes.
Si la legislación recibe la luz verde, supondrá una gran victoria para el presidente Trump, quien hizo de la derogación del Obamacare una de sus grandes promesas de campaña, y para el líder de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, una de las figuras que ha encabezado el esfuerzo por aprobar la medida.
Otro fracaso, sin embargo, supondría un duro golpe para Trump y frustraría, al menos a mediano plazo, sus intentos de eliminar la Ley de Cuidado de Salud Asequible de la administración de Barack Obama (2009-2017).
El Obamacare fue una ley diseñada para garantizar cobertura médica a las personas que tienen enfermedades crónicas o “condiciones médicas preexistentes”, como les llaman en Estados Unidos, y que habían sido excluidas por las aseguradoras, por lo que se quedaban sin cobertura médica.
El Obamacare obligaba a las empresas de seguros a cubrir a toda la población. Esto subió el coste de los seguros de personas jóvenes y sanas para que compensar el gasto de los enfermos y mayores.
Para garantizar los 216 votos necesarios la propuesta inicial sufrió diversas modificaciones, en un intento por complacer tanto a los republicanos conservadores que negaron su respaldo hace más de un mes, como a los moderados, quienes creen que la normativa podría enfurecer a los votantes satisfechos con partes del Obamacare.
La Ley Americana de Salud (American Health Care Act), así se llama a la reforma sanitaria de Donld Trump, elimina la obligatoriedad de tener un seguro médico y quiere crear un sistema de créditos fiscales para ayudar a la gente a pagar a las aseguradoras.
Además eximirá a las empresas de tener que ofrecer una cobertura a sus empleados y eliminará algunos impuestos.
Mantiene algunos elementos centrales del Obamacare, como prohibir que las aseguradoras rechacen a las personas con enfermedades crónicas, o permitir a los jóvenes conservar el plan de salud de sus padres hasta los 26 años.
La Ley Americana de Salud incluye una partida de ocho billones de dólares durante los próximos cinco años para ayudar a que las personas más vulnerables tengan un seguro médico.
Se suma a los 130 billones de dólares en diez años que el gobierno federal dará a los estados para sufragar los seguros médicos de las rentas más bajas.
La líder demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi, asegura que el Trumpcare es una “tomadura de pelo a todos los estadunidenses”, que dejará a millones de personas sin cobertura médica.
Sin contar con los cambios introducidos en las últimas horas, la Oficina de Presupuesto del Congreso ya advirtió a los congresistas que si derogan la reforma sanitaria de Obama, 14 millones de personas podrían quedarse sin seguro médico en 2018, y 24 millones más dentro de diez años.
Aunque el Trumpcare se apruebe en la Cámara, tendrá que votarse también en el Senado para convertirse en ley.
Pero será un alivio para el partido republicano que lleva siete años intentando echar abajo la reforma sanitaria de Barak Obama, y un paso fundamental para la primera victoria legislativa de Donald Trump desde que llegó a la Casa Blanca.
Los demócratas se mantuvieron firmemente unidos contra el proyecto republicano en materia de salud.
Sin embargo, aplaudieron una iniciativa presupuestal por más de un billón de dólares para mantener al gobierno operando, la cual fue aprobada por la cámara baja con una votación bipartidista de 309-118.
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