Sergio Alejandro Vargas Guerrero
Mi abuelo se cae mucho, antes se movía sin problema, llevaba una vida independiente, pero ahora necesita que lo ayuden.
Geriatría es la rama de la medicina que atiende las enfermedades de los adultos mayores. A esta edad, las personas presentan características especiales, y muy distintas a los menores de sesenta; por lo cual, se han identificado de manera clara todas las alteraciones de salud que puedan presentar, clasificándolas en síndromes geriátricos.
Los principales y más comunes síndromes geriátricos son la inestabilidad y caídas; constituyen la primera causa de consulta médica de urgencias, así como de hospitalización. Abarcan desde una lesión leve, hasta una grave que puede poner en riesgo la funcionalidad, e inclusive la vida de las personas.
Existen factores de riesgo intrínsecos y extrínsecos que ocasionan que los adultos mayores caigan: 1) Factores intrínsecos: Los presentan las personas que tienen alguna enfermedad diagnosticada, como la hipertensión arterial y/o Diabetes mal controladas, Parkinson, demencia, alteraciones en la marcha, depresión, pacientes con fragilidad (aquellos con diferentes situaciones físicas y emocionales que requieren atención medica continua), entre otros padecimientos que influyen para que el adulto mayor pueda caer. 2) Los factores extrínsecos: Son aquellos que forman parte del entorno. Los lugares más comunes de caída son el baño, la recámara, la cocina, sitios donde desarrolla o permanecen normalmente más tiempo durante el día.
Por lo tanto, hay que tener cuidado con cables sueltos, tapetes que se puedan mover fácilmente, muebles que impidan una circulación segura y fluida. La altura de la cama debe ser la adecuada, es decir, una elevación en la que no sea necesario realizar un esfuerzo excesivo para poder incorporarse, y que la persona no tenga que brincar para salir de la cama. La iluminación de la habitación debe ser constante para que no haya cambios de luz; el tipo de calzado no debe tener suelas lisas.
Por último, es importante saber que como parte del envejecimiento, llegan cambios llamados “fisiológicos”, que son los cambios normales (o esperados), como: Disminución de la audición, dificultad para discriminar palabras (es decir, no entienden de manera rápida lo que se les dice), por ejemplo: ¡Cuidado¡, ya que tardan en identificar a esa palabra como una señal de alerta. También, comienza a disminuirse la adaptación de pasar de un lugar iluminado a uno oscuro, y viceversa.
Todo lo anterior, aunado a un desapego en el cuidado social y familiar del adulto mayor, provoca que los síndromes geriátricos se manifiesten de manera más importante, y que se requiera tener personal de salud especializado en su atención adecuada; quienes sean capaces de visualizarlos como lo que representan: Pilares de familias; y, ofrecerles lo que más merecen: Respeto, atención y cariño.
Geriatra / Gerontólogo.
Asociación de Geriatras y Gerontólogos de Querétaro.