Las entregas de aviones de Boeing cayeron un 36% en el primer trimestre debido a que la compañía enfrenta un mayor escrutinio después de que un tapón de la puerta de uno de sus aviones 737 MAX 9 explotara en pleno vuelo en enero, de acuerdo con CNBC.
La compañía entregó 83 aviones en los tres meses finalizados el 31 de marzo, la mayoría de ellos 737, en comparación con los 157 del trimestre anterior y de los 130 aviones del mismo periodo del año anterior. Sólo en marzo Boeing entregó 29 aviones.
Los clientes de Boeing siguen encargando nuevos aviones al fabricante, que junto con Airbus domina el mercado de los grandes aviones de pasajeros.
La compañía registró el mes pasado pedidos de 111 aviones nuevos, descontando dos cancelaciones, 85 de ellos aviones 737 MAX para American Airlines, que la aerolínea anunció a principios de marzo.
El último recuento se produce después del accidente del 5 de enero en el vuelo 1282 de Alaska Airlines que dejó a Boeing a pocos centímetros de una catástrofe. Los investigadores federales de accidentes dijeron que al tapón de la puerta le faltaban pernos que lo sujetaban en su lugar.
Desde el accidente, la Administración Federal de Aviación ha inspeccionado la fabricación del 737 MAX de Boeing y ha prohibido al fabricante de aviones aumentar la producción de los aviones hasta que apruebe sus procedimientos de control de calidad.
Los ejecutivos de Boeing han dicho que la compañía está desacelerando su producción para mejorar el control de calidad y evitar el llamado trabajo en viaje, cuando las reparaciones u otras tareas ocurren fuera de secuencia.
“No nos apresuraremos ni iremos demasiado rápido”, dijo el director financiero de Boeing, Brian West, en una conferencia del Bank of America el mes pasado. “De hecho, deliberadamente vamos a reducir la velocidad para hacerlo bien. Y somos nosotros quienes tomamos la decisión de limitar las tarifas del programa 737 a menos de 38 por mes hasta que sintamos que estamos listos. Y sentiremos el impacto de eso durante los próximos meses”.
Los retrasos en la entrega de aviones provocaron críticas de los directores ejecutivos de algunas de las aerolíneas más importantes de Boeing y, a raíz de ello, el director ejecutivo Dave Calhoun anunció el mes pasado que dimitirá a finales de año. Boeing también reemplazó al presidente de su junta directiva y al jefe de su unidad de aviones comerciales.