Una fuerte caída de las acciones de Apple Inc ilustra el escepticismo de los inversionistas sobre su capacidad para sortear los aranceles impuestos por el Presidente Donald Trump a China, Vietnam e India, países cruciales para la cadena de suministro del fabricante del iPhone, informó Bloomberg.
Sus acciones cayeron un 19 por ciento tras el anuncio de los aranceles la semana pasada, marcando la peor racha de tres días para Apple desde 2001. Esta caída borró más de 637 mil millones de dólares de valor de mercado del gigante tecnológico y disparó la volatilidad de sus acciones.
La acción repuntó este martes, subiendo un 2.7 por ciento.
“La situación arancelaria realmente complica las cosas para Apple. ¿Qué va a hacer? ¿Subir los precios? Eso afectará la demanda. ¿Absorber costos? Eso perjudicará las ganancias y los márgenes”, dijo Anthony Saglimbene, estratega jefe de mercado de Ameriprise Advisor Services Inc. “Es muy difícil evaluar las perspectivas desde este punto, y es por eso que el mercado ha reaccionado como lo ha hecho”.
El riesgo se agudizó con la amenaza del lunes de un arancel adicional del 50 por ciento después de que China tomara represalias contra aranceles anteriores con uno propio sobre las importaciones estadounidenses.
Tanto los analistas de Wall Street como los inversionistas intentan ahora evaluar cómo los aranceles y la desaceleración en uno de los principales mercados de crecimiento de Apple afectarán los márgenes, el gasto y el precio de las acciones.
“El rumbo que tome Apple influirá en todo el mercado”, afirmó Saglimbene. “Sin un acuerdo sobre los aranceles, es difícil justificar a corto plazo que Apple suba de precio”.
Apple se ha considerado durante mucho tiempo un refugio relativamente seguro, dado su sólido flujo de caja libre, su balance general y su robusta actividad de recompra, todo lo cual se deriva de la enorme base global de usuarios de sus productos. Sin embargo, la incertidumbre actual en torno a los aranceles es abrumadora. El índice CBOE Apple VIX, que rastrea la volatilidad futura de la acción, ha alcanzado su nivel más alto desde septiembre de 2020.
Aun así, muchos analistas se mantienen optimistas sobre las perspectivas de la compañía, especialmente tras la histórica ola de ventas. Según el precio objetivo promedio de los analistas, se espera que la acción suba más del 30 por ciento en los próximos 12 meses, la mayor rentabilidad implícita en más de dos años.