Por fin hubo humo blanco en la campaña presidencial del demócrata Joe Biden, con respecto a la definición de quién lo acompañaría en la formula como su vicepresidenta, decisión que recayó, como él lo había anunciado previamente, en una mujer, siendo su elección la ex fiscal y actual senadora Kamala Harris, quien sería la primera de su género en ocupar ese cargo, que algunos dicen, es de adorno.
Para los mexicanos la vicepresidencia es una vieja figura de triste recuerdo. El hecho de ser los sustitutos en ausencia definitiva del Presidente, hizo que el primero siempre tuviera los peores deseos sobre la vida del segundo. Se trataba de una figura copiada del sistema norteamericano, considerada en la constitución de 1824, donde, imagínese, ocuparía esa posición el que hubiera resultado en la segunda posición en las contienda presidencial, es decir el contrincante. Santa Anna la suprimió en 1836 y se volvió a instituir constitucionalmente en 1904 durante el porfiriato, aunque ya desvirtuado en buena medida su papel sucesorio, quedando excluida en la Constitución de 1917 y hasta nuestros días.
Pero en Estados Unidos, que es referente para todos los países latinoamericanos que tuvieron o tienen aún la figura de la vicepresidencia, ésta tiene varios roles que jugar durante la elección y una vez ganándose la misma.
El primer papel es el de compensar el perfil del candidato presidencial, atrayendo votos que no le son naturales. En ocasiones la compensación es geográfica. Por ejemplo, para esta elección se mencionó como una de las finalistas para ocupar el ticket demócrata a la gobernadora de Michigan Gretchen Whitmer, por ser uno de los estados “columpio” donde Trump ganó en la contienda de 2016. Pero en el caso de la selección de Biden, la compensación no se dió por el tema de geografía electoral, sino en principio por género y raza, siendo Kamala Harris una mujer de color y de descendencia jamaiquina e indú, destacada abogada, de un estado que los demócratas tienen tradicionalmente en la bolsa, California.
Otra consideración que juega sin duda un factor en la decisión de él o la compañera de formula es su capacidad de debatir, esto tomando en cuenta que también hay debates de los candidatos a vicepresidentes. Sin duda Kamala Harris, legisladora y ex fiscal del Estado de California tendrá fuertes bases para enfrentarse con Mike Pence, actual vicepresidente y compañero de boleta de Trump.
Una vez electo, quien ocupa la vicepresidencia, es el primero en línea de la sucesión, en ausencia del Presidente. Es importante tomar en cuenta que gane quien gane la elección en noviembre próximo, tanto Trump como Biden cumplirían ochenta años antes de que termine el periodo para el que serían electos y que termina en 2024. El Vicepresidente es además Presidente del Senado, y tiene voto de calidad en caso de empate, facultad que se ha usado en más de una ocasión, cuando la votación se aprieta.
Si bien se dice que es un cargo de adorno, la vicepresidencia ha demostrado ser un trampolín muy importante. Recientemente, George Bush, Al Gore y ahora Joe Biden, saltaron desde esa posición a la candidatura presidencial. Así entonces, la decisión se ha tomado por parte del puntero, llevando con él a quien podría ser la primera vicepresidenta en la historia de Estados Unidos y quien, en una potencial incapacidad o ausencia del Presidente lo sustituya.
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