La fundación queretana “Siempre habrá un milagro” presentó su iniciativa de reforma a la Ley General de Salud, en el artículo 268, la cual, articulada por expertos de la salud y padres de familia, pretende prohibir que las y los menores de 18 años en México se tatúen o perforen, ni siquiera con el permiso expreso de los padres o tutores.
En rueda de prensa, Rogelio Estrada, asesor jurídico de la organización, explicó que esta reforma se presentará directamente al Senado y busca prevenir riesgos para la salud física y mental de las infancias y adolescentes. “Esta reforma se considera una reforma al artículo 268, 1, de la Ley General de Salud; y consiste en prevenir riesgos para la salud física, psicológica de los menores, así como garantizar su derecho a recibir protección especial en el ámbito de la salud (…) Esta propuesta es para que se proteja a las niñas, niños y adolescentes de todo el país, no solamente las queretanas y los queretanos”, afirmó.
Marina Martínez, especialista en dermatología, detalló que en sus consultas es común ver infecciones derivadas de los tatuajes. Mencionó que hasta el 30 por ciento de la población queretana está tatuada, y que el 20 por ciento acude a atención médica debido a infecciones superficiales que pueden aliviarse con un antibiótico tópico u oral. Asimismo, dijo que surgen reacciones alérgicas debido al pigmento en la piel. En este sentido, siguió, hasta el 40 por ciento se arrepiente de su tatuaje.
“Muchas personas se arrepienten del tatuaje, hasta el 40 por ciento de las personas, y piensan que fácilmente lo vamos a retirar con una sesión de láser. Pero eso no es verdad. Hay muchas infecciones que se pueden presentar. Las más comunes, el VPH, el molusco contagioso y las infecciones superficiales por bacterias. Son meses de antibiótico para el paciente y generalmente dejan secuelas, cicatrices y otro tipo de alteraciones en la piel. Sobre todo, lo que buscamos, lo que pedimos también, es que estos lugares (estudios de tatuaje y perforación) sean regulados adecuadamente”, agregó.
Por su parte, Alejandra Medina, también médica e inmunóloga, enfatizó que la reforma también surge desde un punto de vista social en el que se busca que las y los menores tomen decisiones informadas y maduras. “No se está hablando de alguna otra situación, sino simplemente que en el desarrollo propio del adolescente, realmente el óvulo frontal tarda mucho tiempo en poderse desarrollar. Cuando los jóvenes toman esa decisión a edades muy tempranas, en realidad muchas veces vienen temas que tienen que ver primero que nada con la parte del arrepentimiento (…) Realmente estamos hablando de temas que sí comprometen, no solamente el tema de la salud del niño, sino que sí pueden llegar a comprometer incluso la vida del niño”, profundizó.
Además del énfasis en la salud de las y los menores de edad, Fernando Iñiguez, especialista en medicina preventiva y salubrista, se refirió a la necesidad de regular los establecimientos donde se realizan tatuajes y perforaciones. Dijo que, si bien la clandestinidad sería un tema de preocupación derivado de esta reforma, es importante ampliar las regulaciones en las personas que se dedican a estas actividades.
La propuesta está pendiente de justificarse y extenderse desde los puntos de vista de expertos en medicina y, posteriormente, se presentaría ante el Senado de la República.