Ante las deportaciones masivas anunciadas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el Canciller Juan Ramón de la Fuente apuesta al diálogo con funcionarios de países expulsores de migrantes.
“El Canciller está hablando con algunos otros países, cuyos habitantes cruzan el territorio nacional para llegar a la frontera norte, particularmente Centroamérica.
“Si bien tenemos un tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, siempre vamos a estar cerca de América Latina”, dijo la Mandataria.
Pero, destacó, la insistencia hacia Estados Unidos será que la repatriación se haga a los distintos países de origen.
Sheinbaum además reiteró que seguirá defendiendo a los mexicanos en Estados Unidos.
“En caso de que haya deportaciones, prepararnos para poderles dar la bienvenida”, agregó.
El Gobierno federal señaló que la red consular en Estados Unidos está preparando asesoría legal para los connacionales, ante el riesgo de que enfrenten problemas legales.
Además, en la franja fronteriza, se alistan refugios para recibir temporalmente a mexicanos deportados.
Tom Homan, próximo zar de la frontera en la gestión de Trump, declaró a The Washington Post, que se reanudará la práctica de poner a familias enteras de migrantes en centros de detención y que no dudará en deportar a padres cuyos hijos tengan la ciudadanía estadounidense por haber nacido en ese país.
Durante la gestión pasada de Trump, la deportación masiva de migrantes provocó en los estados fronterizos del País una crisis humanitaria, de salud y seguridad derivada del hacinamiento.
Con el triunfo de Trump y sus amagos de endurecer la deportación se prevé un escenario similar.
Grupo REFORMA publicó que antes de la elección presidencial de Estados Unidos del pasado 5 de noviembre, los albergues para migrantes de la frontera de Tamaulipas y Coahuila con Texas lucían semivacíos.
Los directores de las casas de migrantes explicaban entonces que los espacios se habían descongestionado porque el Gobierno del Presidente demócrata Joe Biden había creado una ruta legal y clara para pedir asilo humanitario, además de que México reforzó los controles desde su frontera sur.
Ahora, estos centros en Matamoros, Reynosa, Saltillo y Piedras Negras están llenos de extranjeros nerviosos, ante las políticas del Presidente electo estadounidense Donald Trump de cerrar la frontera a la migración desde el primer día de su Administración, que arrancará el 20 de enero.
Con la política de asilo del Presidente Biden, explicaron los encargados de los albergues, los migrantes podían realizar su trámite por internet y sólo acudir a algún puente fronterizo cuando llegara la fecha de su cita.
Así, la mayoría de los extranjeros optó por esperar en el interior de México, donde encaraban menos riesgos ante el crimen organizado.
Actualmente, se registra un repunte con la llegada de cientos de migrantes sin cita que están a la expectativa de poder ingresar a EU.