McLaren dominó en la casa de Red Bull.
Lando Norris necesitaba borrar esa imagen de villano que mostró en Canadá, así que con la pole en la bolsa y la motivación a tope, no permitió que Oscar Piastri le arrebatara la victoria en el Gran Premio de Austria.
A 10 vueltas del final, el nerviosismo invadió al equipo color papaya con la peligrosa cacería que ejerció el líder del campeonato sobre su coequipero y al momento de pasar sobre los rezagados.
La escudería de Woking reaccionó tarde a las tres maniobras de Piastri para quitarle el liderato a Norris que casi terminan en doble abandono.
En la arrancada, el australiano atacó sin obtener resultados positivos, pero se mantuvo detrás hasta encontrar una oportunidad en la vuelta 11 y quitarle momentáneamente el liderato al británico.
Lo que Oscar Piastri no se esperaba era la rápida respuesta de Norris. Con el DRS activado, con la presión a tope, sin cometer errores, el monoplaza número 4 recuperó su posición.
Para la vuelta 20, nuevamente los titanes se encontraron. En la curva 4, el australiano quiso pasar por un espacio reducido y se encontró con una barrera, lo que ocasionó que bloqueara sus neumáticos.
Con las detenciones en pits se calmaron los ánimos y se dio la llamada de atención de parte de los ingenieros de carrera para llevar los dos autos hasta la bandera de cuadros.
La tercera plaza quedó en manos de Ferrari con Charles Leclerc, que pese a tener un ritmo constante en carrera no tuvo posibilidades de acercarse a los McLaren, mientras que Lewis Hamilton fue cuarto.
Red Bull tuvo un fin de semana de pesadilla en casa con el abandono de Max Verstappen en el primer giro por un toque con el Mercedes de Kimi Antonelli y el último lugar de Yuki Tsunoda.







