Alemania se unió a Estados Unidos al autorizar a Ucrania a atacar algunos objetivos en suelo ruso con las armas de largo alcance que le está suministrando —un cambio de política considerable adoptado en un momento en que las mermadas tropas ucranianas pierden terreno en la guerra.
Las autoridades ucranianas han expresado su frustración por las restricciones en el uso de armas occidentales —especialmente porque la región fronteriza de Járkiv ha sido blanco de una ofensiva rusa este mes que ha puesto a prueba a las fuerzas de Kiev, superadas en armas y personal.
Tanto Alemania como Estados Unidos autorizaron específicamente el uso de armas para defender Járkiv, cuya capital del mismo nombre se encuentra a sólo 20 kilómetros (12 millas) de Rusia. Misiles balísticos rusos impactaron contra un edificio de apartamentos en la ciudad durante la noche, de acuerdo con funcionarios ucranianos, matando al menos a seis personas.
Más allá de ofrecer a Ucrania la oportunidad de proteger mejor a Járkiv por medio de ataques contra las capacidades rusas en la región, no queda claro qué efecto podría tener la flexibilización de las restricciones en el conflicto durante lo que está resultando ser un período crítico. Aún así, provocó una respuesta furiosa de Moscú y advertencias de que podría llevar a Rusia a una guerra con la OTAN.
El gobierno alemán indicó que Ucrania puede usar las armas que suministra contra posiciones justo al otro lado de la frontera, desde donde Rusia lanza sus ataques hacia Járkiv. Un día antes, el presidente estadounidense Joe Biden dio luz verde a Kiev para contraatacar con armas estadounidenses las ofensivas militares rusos que tienen como objetivo la región, según el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.