Que alguien me explique esa lona en la obra sin fin de Barrio Santiago, frente a nuestro icónico Acueducto. Sobre todo porque ese complejo hotelero, gastronómico, comercial, bancario y habitacional -tan consentido- es de empresas privadas y, hasta donde sabemos, no tiene nada que ver con el gobierno estatal. Es que uno ya no sabe.