Rubén Cortés
Banco del Bienestar es un banco raro: sus activos son de 148 mil 569 millones, pero no presta dinero, pues su cartera de crédito está en ceros. Y paga mil 300 millones en seguridad, pero le roban 137 millones. No dan las cuentas en este banco del gobierno.
Además, salió del mercado de remesadoras y cortó su relación con bancos de Estados Unidos. Y, el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, tiene reportes de que los empleados del banco roban las contraseñas a los ancianos pensionados, y les tumban la lana.
Huele a azufre todo ahí adentro. El presidente le encargó al Ejército construir las sucursales de este banco, pero los soldados no levantaban todavía una pared, cuando ya los generales habían comprado dos mil 700 cajeros a China, en 854 millones de pesos.
Ahora, aumentaron los asaltos a las sucursales. Así que el gobierno contrató guardias armados para cuidar las sucursales, lo cual también es raro, porque no tendría que pagar: pues que los custodie el Ejército, si los construyó y hasta compró los cajeros.
El Universal publicó que el seguro comprado por el gobierno para cubrir los robos está más caro que el monto reconocido como robado en los casi 200 asaltos a mano armada que han sufrido sus sucursales.
La exigencia del gobierno es que, para recibir pensión de adulto mayor, los beneficiarios tienen que abrir cuenta en Banco del Bienestar, que es del gobierno. O sea, no pueden depositar el dinero en el banco de los beneficiarios, aunque esté junto a su casa.
El asunto es que, el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, descubrió que gerentes y funcionarios del Banco del Bienestar le están quitando dinero a los viejitos, previo robo de la clave y contraseña, para acceder al sistema de caja del banco.
Los empleados retiran desde 500 hasta 120 mil pesos a los adultos mayores, en robos hormiga, aunque devuelven una parte del dinero para confundir a los usuarios, y que el robo pase desapercibido. Esto hasta años, si el cliente afectado no presenta una queja.
Y este año, de sopetón, Banco del Bienestar salió del mercado de remesadoras, pues había información sobre una investigación del Departamento de Estado de Estados Unidos, por sospecha de manejo de dinero de procedencia ilícita.
De haber ocurrido una sanción, Estados Unidos habría congelado las cuentas al Banco del Bienestar, y este gobierno no tendría de donde sacar para repartir el dinero que reparte para la compra de votos, a través de sus llamados “programas sociales”.
Así va el Banco del Bienestar, creado por este presidente con la promesa de que sería limpio, sin sombras de corrupción. Sin embargo, algo se torció por el camino.
Porque es un banco de saqueo.