Los principales bancos centrales del mundo están reduciendo, o a punto de hacerlo, sus tasas de interés de referencia, pero el camino de bajada será muy diferente al de subida.
Todo luce para que los bancos de ambos lados del Atlántico apliquen disminuciones mínimas y con pausas.
Sus tasas de interés tocarán un fondo mucho más alto que los mínimos históricos de la última década, y los grandes cambios en la estructura de la economía mundial podrían encarecer los costos de los préstamos en los próximos años.
Los bancos centrales empezaron a subir las tasas a partir de finales del 2021, cuando las restricciones de la oferta tras la pandemia y el aumento de los precios de la energía a raíz de la guerra de Rusia en Ucrania provocaron inflaciones anuales de dos dígitos en gran parte del mundo.
Esta respuesta, aparentemente sincronizada, ya logró, por ahora, controlar las espirales de precios.
El Banco Nacional de Suiza se convirtió el jueves en el primer gran banco central en relajar su política monetaria, con un sorprendente recorte de 25 puntos básicos de su tasa de interés, dado que la inflación ya se sitúa en el rango objetivo de entre 0 y 2 por ciento.
Por su parte, algunos bancos de países emergentes, como México, Brasil, Hungría y la República Checa, también ya lo han hecho.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo serían los próximos de grandes economías en junio, con la expectativa de que lo hagan cada uno en 75 puntos básicos durante todo el 2024 en tres movimientos.
Las elecciones estadounidenses de noviembre ponen en aprietos los tiempos en que la Fed decida sus bajas.
Los responsables de política monetaria no quieren parecer que están interfiriendo en la votación, por lo que si recortan, tienen que hacerlo bien lejos de noviembre.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo ante el Congreso a principios de este mes que los responsables de política monetaria “mantendrían la cabeza baja y harían su trabajo” antes de las elecciones.
Mientras tanto, Europa está teniendo dificultades. Alemania está en recesión, Gran Bretaña apenas crece y el resto del continente se mantiene en terreno positivo gracias sobre todo a los datos inesperadamente sólidos del sur de Europa, tradicionalmente el punto débil de la zona euro.
El final de los recortes de tasas, en el 2024 o el 2025, sigue siendo demasiado incierto, pero los responsables de política monetaria parecen confiar en que no se volverá a los tipos ultrabajos, negativos en algunos casos.
De hecho, algunos sostienen que el mundo está experimentando cambios tan profundos que la tendencia histórica a la baja del llamado tipo neutral, que ni estimula ni frena el crecimiento, podría invertirse.
Banxico evaluará sus futuros recortes a tasa de uno a la vez
Los ajustes futuros a los costos de endeudamiento en México serán graduales y se evaluarán de a uno a la vez, dijo la gobernadora del Banco de México (Banxico), Victoria Rodríguez Ceja, en una entrevista realizada tras la decisión de las autoridades monetarias de recortar la tasa de interés por primera vez desde 2021, de acuerdo con información de la compañía de asesoría financiera Bloomberg.
La gobernadora votó en concordancia con la mayoría de la Junta de cinco miembros para reducir la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual al 11 por ciento, y un miembro, Irene Espinosa, votó a favor de mantenerla sin cambios (en 11.25 por ciento).
Tras la decisión, Banxico se une a otros pares latinoamericanos en el inicio de un proceso de flexibilización monetaria, aunque Rodríguez dijo en una entrevista radial que las autoridades serían cautelosas ante cambios adicionales.
“Podrían discutirse reducciones adicionales en la tasa, pero estas se irán valorando.
“Cuando las condiciones macroeconómicas y el panorama inflacionario permitan ajustes en la tasa de referencia, serán graduales, pero creo que debemos ir paso a paso”, dijo Rodríguez en la entrevista.