En el segundo trimestre de 2025, la población económicamente activa (PEA) en Querétaro sumó 1.2 millones de personas, lo que representó una tasa de participación económica de 60.9 %.
Esta cifra significó un incremento de 24 mil personas en comparación con el mismo periodo de 2024, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Del total de la PEA, 681 mil fueron hombres y 532 mil mujeres. Mientras que la población masculina registró una ligera disminución de cinco mil personas respecto a 2024, la femenina aumentó en 28 mil. En consecuencia, 75 de cada 100 hombres y 49 de cada 100 mujeres en edad de trabajar participaron en alguna actividad económica.
La tasa de desocupación fue de 2.1 %, equivalente a 25 mil personas, lo que significó una reducción de 0.6 puntos porcentuales frente al segundo trimestre de 2024. En el desglose por sexo, la tasa de desocupación de los hombres fue de 1.9 % y la de las mujeres de 2.3 %.
La subocupación, que mide a quienes necesitan y están disponibles para laborar más horas de las que su empleo actual permite, se redujo a 1.1 % en Querétaro, equivalente a 13 mil personas. La tasa fue menor al 2.1 % registrado en el mismo periodo de 2024. Entre las mujeres, el indicador bajó a 0.9 %, mientras que en los hombres se ubicó en 1.2 %.
En cuanto a la informalidad laboral, en el segundo trimestre de 2025 se reportaron 500 mil personas en esta condición, que representaron 42.1 % de la población ocupada. La tasa fue mayor en las mujeres, con 43.5 %, frente al 41.1 % registrado entre los hombres. Aunque en números absolutos hubo un incremento de 8 mil personas respecto a 2024, la proporción se mantuvo prácticamente estable.
La población ocupada se distribuyó en 4.4 % para el sector primario, 32.4 % en el secundario y 63.0 % en el terciario. El comercio concentró 18.3 % de los empleos, con un crecimiento de 24 mil personas respecto a 2024, mientras que la industria manufacturera representó 23.6 % de los ocupados, con un alza de 17 mil. En contraste, la construcción tuvo un decremento de 21 mil personas y se ubicó en 8.2 % del total de ocupados.
Respecto a la jornada laboral, 53.4 % de las y los trabajadores laboró entre 35 y 48 horas semanales, lo que significó un aumento de 3.4 puntos porcentuales frente al año anterior. El promedio de horas trabajadas fue de 42.7 por semana. Por posición en la ocupación, 72.9 % fueron trabajadores subordinados y remunerados, 19.5 % laboraron por cuenta propia, 5.7 % se desempeñaron como empleadores y 1.9 % trabajaron sin recibir remuneración.







