Tras una atropellada discusión de cinco horas, Morena y sus aliados del Verde Ecologista empujaron en comisiones de Senado con 24 votos en favor y diez en contra– la aprobación del dictamen con el que queda anulada la posibilidad de impugnar reformas de carácter constitucional mediante amparos, controversias o acciones de inconstitucionalidad.
Los de Morena alegaron una y otra vez que sólo buscaban llevar a la Constitución el artículo 61 de la Ley de Amparo que establece que las reformas constitucionales no puede ser impugnadas con amparos.
A pesar de que había sostenido que era “imposible” que el dictamen fuese revisado por el Pleno en la sesión agendada para este jueves, el senador Adán Augusto López Hernández, jefe de la bancada morenista, terminó por avisar que siempre sí sería ventilado el día de hoy.
A primera hora de la mañana, López Hernández comunicó que había sido retirada una adición al artículo 1º de la Constitución, con la que se pretendía nulificar la influencia de los tratados o convenios internacionales en materia de derechos humanos.
También fue eliminado un párrafo del 105 Constitucional que señalaba que serían improcedentes las controversias, acciones y amparos, incluyendo el proceso deliberativo, legislativo y correlativa votación.
“Este pleito que ustedes se traen con el Poder Judicial, los tiene cegados, porque se inventaron un remedio que aparentemente les da el triunfo en esta batalla frente al Poder Judicial, pero es una medicina que acaba con el padecimiento, pero mata al enfermo”, advirtió el senador panista Ricardo Anaya.
Para efectos prácticos, explicó el ex dirigente blanquiazul, “cuando se reforme la Constitución será imposible impugnar la reforma; es decir, no procede amparo, no procede acción de inconstitucionalidad ni controversia constitucional.” Anaya dijo que si la versión de ayer “era grotesca, la versión de hoy sigue siendo muy grave. Nos tenemos que hacer cargo de que esto va a quedar plasmado en la Constitución”.
“Quieren impugnar lo inimpugnable. Esa es la litis central de nuestro debate. Esa es la nuez de la discusión. Afirmamos que ningún poder se puede alzar sobre el Poder Constituyente, sobre el Constituyente Permanente, que somos nosotros junto con la Cámara de Diputados y los Congresos Locales”, advirtió el senador Gonzalo Yáñez, del Partido del Trabajo.
“Sí hay que indicar que la Constitución, aparte de ser un proyecto de nación, es un campo de batalla, es un debate permanente, es dinámica, no es estática y se define por una correlación de fuerzas en el seno del pueblo de una nación y al interior del Congreso Constituyente Permanente, que es el caso que nos ocupa. El poder reformador que tenemos como Poder Constituyente debe de ser respetado en su independencia y sus facultades que le atribuye la propia Constitución. En este duelo de independencias quien manda es la Constitución, ahí se establecen las reglas de cada poder, en el estado liberal de derecho integrado por 3 poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Poder Judicial.”.
Por Morena, el senador Saúl Monreal explicó que el dictamen establece “que ningún poder constituido está por encima del poder constituyente permanente.