Pese a las advertencias de la Oposición sobre el riesgo de incentivar el mercado negro, la mayoría en la Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley General de Salud para prohibir vapeadores y eliminar la obligatoriedad de que al menos el 8 por ciento del Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) se destine a la atención de enfermedades graves de la población sin seguridad social.
Aprobadas con 324 votos a favor y 129 en contra de PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y el pevemista Julio Scherer Pareyón, las modificaciones sancionan con hasta ocho años de cárcel la adquisición, preparación, conservación, producción, fabricación, mezclado, acondicionamiento, envasado, transporte con fines comerciales, almacenamiento, importación, exportación, comercio, distribución, venta y suministro de cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas y dispositivos análogos.
Además, elimina también el candado que garantiza que un porcentaje del presupuesto del IMSS-Bienestar se vaya como reserva para la atención de enfermedades que impliquen un alto costo, como el cáncer y el VIH.
Vapeando en tribuna, diputados de Oposición afirmaron que la reforma no sólo criminaliza a los consumidores al sancionar la adquisición de vapeadores, sino que incentiva un mercado negro que hoy ya es controlado por el crimen organizado.
La emecista Iraís Reyes sostuvo que las modificaciones son absurdas, porque plantean sanciones superiores a la violencia contra las mujeres, por divulgar fotografías íntimas sin consentimiento, por vender armas y por portar armas prohibidas o drogas como cocaína.
“¿En qué mundo vapear es más peligrosos que golpear, lastimar humillar portar armas o drogas? En este, en el México del prohibicionismo, en el México que hoy están construyendo () hoy está reforma castiga por miedo, por moralismo y por incapacidad para gobernar con inteligencia”, afirmó.





