Automotrices de Estados Unidos señalaron que acuerdo arancelario de 15 por ciento con Japón los pone en desventaja frente a otros países.
“Necesitamos revisar todos los detalles del acuerdo, pero este acuerdo impondrá aranceles más bajos a los autos japoneses sin contenido estadounidense”, declaró Matt Blunt, presidente del Consejo de Política Automotriz Estadounidense, que representa a General Motors, Ford y Stellantis, fabricante de Jeep.
Trump calificó el marco comercial como una gran victoria, afirmando que añadiría cientos de miles de empleos a la economía estadounidense y abriría la economía japonesa de maneras que podrían corregir un desequilibrio comercial persistente.
El acuerdo incluye un arancel del 15 por ciento que reemplaza el impuesto de importación del 25 por ciento que había amenazado con aplicar a partir del 1 de agosto.
Japón también reuniría 550 mil millones de dólares para invertir en proyectos estadounidenses bajo la “dirección” del Presidente, según informó la Casa Blanca.
El acuerdo con Japón eliminará las regulaciones que impiden la venta de vehículos estadounidenses en ese país, según ha declarado la Casa Blanca, añadiendo que sería posible enviar vehículos fabricados en Detroit directamente a Japón y estar listos para su venta.
“Es un asunto difícil de resolver y me sorprendería mucho si viéramos una penetración significativa en el mercado japonés”, declaró Blunt.
Al ser preguntada sobre si los aranceles de Trump como los aplicados a los automóviles estaban sujetos a posibles cambios, la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que el asunto se había estado tratando en el Departamento de Comercio.
“Con este acuerdo, Japón obtiene una ventaja en costos operativos a corto plazo en comparación con otros fabricantes de automóviles extranjeros, e incluso con algunos productos estadounidenses que utilizan un alto grado de producción y componentes extranjeros”, declaró Karl Brauer, analista ejecutivo de iSeeCars.







