Un grupo de astrónomos dio a conocer observación directa del surgimiento de un nuevo sistema solar.
Se trata de las primeras semillas de planetas rocosos formándose en el gas alrededor de una estrella bebé similar al Sol, conocida como HOPS-315, ubicada en la nebulosa de Orión.
Es una instantánea sin precedentes de “tiempo cero”, según informaron los científicos, que es cuando nuevos mundos comienzan a formarse.
Algo que proporciona una valiosa mirada sobre cómo surgió nuestro propio Sistema Solar.
“Hemos capturado una visión directa de la región caliente donde nacen planetas rocosos como la Tierra alrededor de jóvenes protoestrellas. Por primera vez, podemos decir, concluyentemente, que los primeros pasos de la formación planetaria estén ocurriendo ahora mismo”, declaró Melissa McClure, del Observatorio de Leiden en Holanda, quien lideró el equipo de investigación internacional que registró este nacimiento.
Las observaciones ofrecen una visión única del funcionamiento interno de un sistema planetario emergente, indicó, por su parte, Fred Ciesla, de la Universidad de Chicago, sobre esta observación, que se dio a conocer en la revista Nature.
“Esto es una de las cosas que hemos estado esperando. Los astrónomos han estado pensando en cómo se forman los sistemas planetarios durante mucho tiempo”, añadió. “aquí hay una rica oportunidad”.
El Telescopio Espacial Webb de la NASA y el Observatorio Europeo Austral, ubicado en Chile, se unieron para revelar estas primeras semillas de formación planetaria alrededor de la joven estrella HOPS-315, una enana amarilla en formación, como el Sol, pero mucho más joven, con 100 mil a 200 mil años de antigüedad y a unos mil 370 años luz de distancia. Un solo año luz equivale a 6 billones de millas.
En un primer evento cósmico, McClure y su equipo miraron profundamente en el disco de gas alrededor de la estrella bebé y detectaron partículas sólidas condensándose, signos de la formación temprana de planetas. Un hueco en la parte exterior del disco les permitió mirar dentro, gracias a la forma en que la estrella se inclina hacia la Tierra.
Detectaron gas de monóxido de silicio, así como minerales de silicato cristalino, los ingredientes de lo que se cree que son los primeros materiales sólidos que se formaron en nuestro propio Sistema hace más de 4 mil 500 millones de años.
La acción se desarrolla en una ubicación comparable al cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, que contiene los bloques de construcción sobrantes de los planetas de nuestro Sistema Solar.
La condensación de minerales calientes nunca se había detectado antes alrededor de otras estrellas jóvenes.
“Así que no sabíamos si era una característica universal de la formación planetaria o una característica extraña de nuestro Sistema Solar”, apuntó McClure.
“Nuestro estudio muestra que podría ser un proceso común durante la etapa más temprana de la formación planetaria”.
Mientras que otras investigaciones han examinado discos de gas más jóvenes y, más comúnmente, discos maduros con potenciales planetas en formación, no ha habido evidencia específica del inicio de la formación planetaria hasta ahora, expresó McClure.
En una impresionante imagen tomada por la red de telescopios Alma del ESO, el sistema planetario emergente se asemeja a una luciérnaga brillando contra el vacío negro.
Es imposible saber cuántos planetas podrían formarse alrededor de HOPS-315.
Con un disco de gas tan masivo como el que podría haber tenido el Sol, también podría terminar con ocho planetas dentro de un millón de años o más, según estimaciones de McClure.
“Este Sistema es uno de los mejores que conocemos para explorar algunos de los procesos que ocurrieron en nuestro Sistema Solar”, afianza, por su parte, Merel van’t Hoff, de la Universidad de Purdue, Estados Unidos, coautor de la investigación publicada en Nature.
Hoff se muestra ahora ansioso por encontrar m·s sistemas planetarios en formación.
Al lanzar una red más amplia, los astrónomos pueden buscar similitudes y determinar qué procesos podrían ser cruciales para formar mundos similares a la Tierra.
“¿Existen planetas similares a la Tierra allí afuera o somos tan especiales que podríamos no esperar que ocurra muy a menudo?”, cuestionó.