Un desequilibrado pretendió herir este domingo en la Catedral de Durango al arzobispo FAUSTINO ARMENDÁRIZ JIMÉNEZ quien gracias a Dios resultó ileso. La noticia, que fue rápidamente divulgada entre los feligreses de aquella arquidiócesis también causó honda preocupación entre los queretanos, a los que sirvió de 2011 al 2019, dejando una huella imborrable. ¡Bendiciones!
Agua bendita para la ermita.