Como todas las mañanas, el abogado Alejandro Ledesma Guerra, llegó a su despacho a bordo de su camioneta Ford blanca doble cabina.
Eran cerca de las diez de la mañana cuando descendió de su vehículo, iba a cruzar el dintel de la puerta negra que resguarda su despacho en la privada de Orange, sobre Avenida del 57, cuando dos hombres se le acercaron y, por la espalda, le dispararon en varias ocasiones, acertando tres veces.
Ledesma Guerra, adscrito de la Notaría 6, se derrumbó mientras los sicarios se daban a la fuga.
Hijo de Alfonso Ledesma, reconocido juez de Primera Instancia ya fallecido, el abogado asesinado forma parte de la reconocida familia Guerra Malo.
A tras metros del cuerpo, quedó tirado un teléfono celular blanco que podría habérsele caído a alguno de los asesinos o al propio Alejandro.
No hay detenidos hasta el momento y se espera que en las próximas horas la Fiscalía estatal informe oficialmente de los hechos que tienen en vilo a la sociedad queretana que no se acostumbra a los cada vez más frecuentes asesinatos y ejecuciones.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS RAMÍREZ