EL QUERÉTARO CHICHIMECA
Escribe Cruz Rangel que ya en el período novohispano, desde la década de 1530, los chichimecas de la hoy región queretana comienzan a ser despojados de sus dominios y propiedades, compelidos a la asimilación cultural al ceder y compartir su espacio vital con otras etnias como los otomíes, nahuas, españoles y otros grupos chichimecas que paulatina y convenientemente eran pacificados y asentados por los hispanos en las cercanías del otrora pueblo chichimeca de Tlachco-Querétaro, para entonces, tercera década del siglo XVI, con población predominantemente otomí, “que se iba convirtiendo rápidamente en el centro irradiador del dominio hispano que tomaba el rumbo de las minas de Zacatecas”.
Así, la insistencia de los caciques de Xilotepec respecto a que Tlachco pertenecía a su jurisdicción y que les tributaba desde tiempos inmemoriales, aunada a la de los caciques chichimecas encabezados por el cacique queretano Alonso de Poalcin, que -como veremos en otro documento- claman justicia por el despojo que sufrieron de ese pueblo por parte de los otomíes, confirman la existencia de un asentamiento denominado Tlachco-Querétaro en la época prehispánica, que podemos identificar con el señalado en la Matrícula de Tributos y el Códice Mendocino, y que si bien no alcanzó la categoría de un estado menor, sí dominó como un cacicazgo el valle de Querétaro durante el siglo XV y principios del siglo XVI, afirma Cruz Rangel.
Conni además de su lengua materna otomí, comprendía la chichimeca pame y muy probablemente el náhuatl, ya que comerciaba también en los mercados de México y su comarca. Respecto a la lengua michuacana es verosímil que los mal llamados purépechas que acompañaron a Hernán Pérez de Bocanegra en la pacificación de Querétaro son los que introdujeron la costumbre –seguidos por los hispanos- de emplear esta toponimia con preferencia a la nahua y otomí.
El 10 de noviembre de 1551 el virrey Luis de Velasco envió a la provincia de Xilotepec a una persona de confianza para que investigara la gestión gubernamental de Hernando de Tapia, ya que los caciques de la provincia estaban muy molestos con él y con otros otomíes que se habían avecindado en Querétaro y no pagaban tributos a Xilotepec como siempre había sido. Finalmente Hernando de Tapia fue suspendido en el cargo de gobernador de indios por el alcalde mayor de Xilotepec Gerónimo Godoy, fundamentándose dicha acción en la corrupción de su gestión y en el hecho de no ser oriundo de Querétaro. Pero los Tapia no se iban a quedar cruzados de manos y en 1571 Hernando de Tapia presentó una relación de méritos y servicios prestados a la Corona, donde él y sus testigos narran cómo salieron del pueblo de Nopala, sujeto a la jurisdicción de Xilotepec, con amigos y familiares que eran Alonso de Santiago, Antonio de Luna, Alonso Guenguy, un nahuatlato mexicano y otras personas, atrayendo a los chichimecas a quienes enseñaba a labrar la tierra y sembrar. Sentía que merecía la gubernatura para sí y su hijo Diego por haber pacificado a muchos chichimecas y asentarlos en Xichú y en el Valle de Puxinguía, haber fundado San Miguel (El Grande) donde fungió como gobernador -y de donde a su regreso a Querétaro trajo muchos indios-, pobló Apaseo así como haber establecido el monasterio franciscano en Querétaro donde se le veía predicar en lengua chichimeca en el patio de la iglesia y claustro porque ni los frailes ni los clérigos entendían esa lengua.
Cruz Rangel escribe que las confrontaciones entre los caciques queretanos y los de Xilotepec continuaron hasta finalizar el siglo XVI. En 1592 fue electo Diego de Tapia como gobernador de Querétaro (su padre murió en 1571), pero a instancias de los indios principales de Xilotepec fue destituido del cargo y sustituido por uno de ellos, de nombre Pedro de Granada, en 1593. Como continuaran los conflictos, se optó por traer como gobernador de indios a Mateo de los Ángeles, indio principal del pueblo de Huichapan, desterrándose por revoltosos a los principales de Xilotepec. La provincia de Huichapan-Xilotepec tenía dos cabeceras, como su nombre lo indica: en Huichapan había cabildo español y en Xilotepec cabildo indígena. Querétaro se alzó como alcaldía mayor independiente de la de Xilotepec desde 1578 como ya lo hemos referido, pero no de la provincia del mismo nombre: eso sucedería hasta 1631. Es decir, Querétaro se erige en cabecera de alcaldía mayor en 1578, al mismo nivel que la alcaldía mayor de Xilotepec, pero Xilotepec también era cabecera de provincia, la cual se integraba por las alcaldías mayores de Querétaro y Xilotepec-Huichapan. Para profundizar sobre esta división política les recomiendo leer al doctor Juan Ricardo Jiménez Gómez en su numerosa bibliografía.