QUERETALIA
Pienso que una de las deudas que teníamos como gobierno y sociedad los queretanos, era con la memoria de don Fernando Díaz Ramírez, gran jurista y personaje toral para el desarrollo del Querétaro del siglo XX. Ante la iniciativa de la Rectora Teresa Margarita de Jesús García Gasca, el presidente municipal Luis Bernardo Nava Guerrero convocó por primera vez en su gestión al Consejo del Panteón y Recinto de Honor de las Personas Ilustres de Querétaro para que votaran la viabilidad de que el Ayuntamiento capitalino ordene el depósito de los restos del jurista en el Partenón Queretano. El voto de las instituciones allí representadas fue unánime, a pesar de que la Legislatura no asistió a tan magna sesión. Si todo sale como lo planearon el alcalde y la Rectoría, el 25 de febrero de 2020 Don Fernando estará en el lugar que le corresponde y no en el de La Congregación o en El Rayo donde espera desde 1981.
De profuso linaje (nieto del poeta Celestino Díaz) y uno de los mejores alumnos que tuvo el sabio Manuel Gómez Morín en la Universidad Nacional de México, supo salir del ambiente parroquial y provinciano de su tierra natal y triunfar en la Máxima Casa de Estudios de la nación, donde llegó ser el presidente de la Federación Estudiantil.
El 8 de marzo de 1904 nació en el hogar de los Sres. Felipe Díaz Vallejo y Elodia Ramírez Llaca, un niño al que impusieron el nombre de Fernando, ubicado en la casa marcada con el número 8 de la Calle de los Infantes, hoy Río de la Loza. Inició sus estudios primarios en el Colegio Guadalupano del Profr. Cirilo Anaya. A los once años terminó esta educación inicial y, enseguida, ingresó al Colegio Civil del Estado. Durante su estadía se distinguió notablemente, dado que obtuvo la presea otorgada “Al mejor alumno”, sorprendiendo a maestros como D. Luis Olvera y el Ing. Luis M. Vega.
El 27 de agosto de 1926 recibió su título profesional en la misma Escuela de Nacional Jurisprudencia, sustentado con la tesis “Un ensayo de resolución del problema del Derecho”. Regresó a Querétaro. Casi de inmediato acudió a la ciudad de Guanajuato en donde estuvo dos meses como Procurador de Justicia del estado. No continuó porque el Lic. Constantino Llaca, gobernador del Estado de Querétaro lo llamó para que fuese el Secretario de Gobierno, cargo que desempeñó hasta que fungió como Gobernador Interino al dejar el cargo el Lic. Llaca al triunfar en las elecciones el Sr. Abraham Araujo a quien le entregó el poder.
Cumplió dando clases en el Colegio Civil y litigando, pero a la muerte del Gral. y Lic. Juan Álvarez Torres -Director del Colegio Civil y encargado del proyecto de convertirlo en Universidad-, acaecida en 1950, fue designado Rector de la naciente Universidad de Querétaro.
Luego de seis años en que veló no solamente porque hubiese maestros suficientemente preparados para impartir las materias designadas, que alcanzasen los recursos para cubrir las necesidades -no nada más del edificio-, además de las asignaturas que debían complementarse en el laboratorio, el gobernador Juan C. Gorráez consideró preciso efectuar el cambio de Rector, así fue que nombró para ello al Dr. José Alcocer Pozo.
El estudiantado en pleno rechazó tal nominación por lo que, al no ver atendidas sus demandas, efectuaron una huelga estudiantil a la que se adhirió la sociedad queretana, de manera que en su pliego petitorio no solamente exigían la reinstalación del Lic. Fernando Díaz Ramírez en el cargo de Rector de la Universidad de Querétaro, de igual forma, la Autonomía de la misma institución.
Este movimiento duró más días de lo que se esperaba y finalmente, el 24 de febrero de 1958, el Lic. Fernando Díaz Ramírez volvía a su amada institución, viendo coronado el nombre de la misma con la característica de ser Autónoma.
En ese mismo año sostuvo una entrevista con el Mtro. José Vasconcelos. Aprovechó la oportunidad solicitándole un lema para la naciente universidad autónoma. De momento no dijo nada el maestro. Un día recibió una carta de él en que le entregaba su propuesta, la que hoy circunda el escudo universitario: “Educo en la Verdad y en el Honor”, por lo que debe considerarse esta acción como logro también del Lic. Fernando Díaz Ramírez.
Quién diría que cinco años después dejaría el cargo que ocupó durante catorce años y abandonaría la institución que no solamente vio nacer, sino que además de fortalecer y ver crecer, también consolidó en prestigio.
Dejó, sí, la Rectoría, pero nunca murió el amor por ella ni por la enseñanza.
Es precisamente después de 1963 que se suceden las publicaciones de sus libros, mismos que han servido como base para los estudiosos de la Historia de Querétaro, ya como ciudad o estado.
Cuenta el mismo Díaz Ramírez que el gobernador González de Cosío y Rivera le envió al poderoso y prestigiado Secretario General de Gobierno, José Arana Morán, para “convencerlo de dejar la Rectoría y dedicarse a escribir libros de historia local a cambio de un sueldo mensual de mil quinientos pesos, materiales y mecanógrafa”. El Maestro Arana había sido secretario particular del gobernador Octavio S. Mondragón cuando se fraguó la idea de la nueva Universidad, colaborando ampliamente en la preparación de las leyes correspondientes y planes de estudio. Ahora, en 2018, tenemos la fortuna que el Maestro de Maestros, José Arana Morán -único sobreviviente de aquella pléyade de docentes de honor como Alberto Macedo Rivas, Francisco Rodríguez Aguillón y el propio Juan Álvarez Torres, doctor en Filosofía-, firme la iniciativa –al igual que la Rectora Tere García Gasca- para llevar los restos mortales de don Fernando Díaz al Panteón y Recinto de Honor de las Personas Ilustres de Querétaro, cosa que el presidente municipal apoya decididamente.
RESUMEN DE MÉRITOS DEL LIC. FERNANDO DÍAZ RAMÍREZ PARA SER CANDIDATO A OCUPAR UN LUGAR EN EL PANTEÓN Y RECINTO DE HONOR DE LAS PERSONAS ILUSTRES DE QUERÉTARO.
1.- Fue el primer Rector en funciones de la Universidad de Querétaro, último Director del Colegio Civil, empezando prácticamente de cero y con todo el apoyo del Gobernador Octavio S. Mondragón Guerra, mismo que emitió las leyes respectivas para así dar lugar al nacimiento de la Máxima Casa de Estudios del estado. Ya había un proyecto de Universidad elaborado por los ilustres Juan Álvarez Torres, Francisco Rodríguez Aguillón, José Arana Morán y Alberto Macedo Rivas, pero el mismo cristalizó hasta que los llevó a la práctica el licenciado Fernando Díaz Ramírez, a la muerte del coronel y doctor en Filosofía Juan Álvarez Torres.
2.- Cuando el licenciado Fernando Díaz Ramírez es removido por el Gobernador Juan C. Gorráez de la Rectoría para nombrar en su lugar al médico José Alcocer Pozo en el año 1958, Fernando Díaz y los líderes estudiantiles detonan a la sociedad queretana y a la prensa local y nacional para obtener la tan ansiada como necesaria autonomía universitaria a principios del año 1959. No solamente creó en la vida real a la U.A.Q. sino que fue el detonante principal para que ésta obtuviera su bien más preciado: la autonomía.
3.- Fue un excelente educador, no solamente informando sino también formando a la juventud queretana, dando clases lo mismo de Ciencias Naturales, Ciencias Exactas y Ciencias Sociales, cuando faltaba de manera temporal o definitiva un profesor, pero también se convirtió en un patriarca estricto y bondadoso al cuidar la salud física y moral de sus alumnos, mismos a los que llamaba por su nombre y los reconvenía si se los encontraba fuera de su salón de clases. Su razón principal para echar a andar la Universidad queretana fue el que los jóvenes tuvieran mejores y mayores oportunidades en su tierra, ya que el 99% por ciento de la población estudiantil emigraba de Querétaro y la naciente industria ocupaba profesionistas que Querétaro no ofrecía. ¡Humanismo puro en una sociedad parroquial en donde todos se conocían y el tejido social era firme!
4.- Fungió como Gobernador sustituto del estado a la renuncia del gobernante Constantino Llaca del 27 de agosto al 30 de septiembre de 1927, contando con 22 años de edad, en una época de reyertas entre los mexicanos y queretanos.
5.- Junto con los juristas Antonio Pérez Alcocer y Leopoldo Aguilar Carbajal refundó la hoy Facultad de Derecho en 1927, misma que había sido cerrada durante la lucha revolucionaria.
6.- Fue magistrado del Tribunal Superior de Justicia entre los años de 1973 y 1979, y un gran notario público por más de 50 años.
7.- Fue Jefe de la Resistencia contra los nazis en Querétaro durante la Segunda Guerra Mundial al entrar México a la conflagración.
7.- Recibió la Medalla Ignacio Manuel Altamirano por más de cincuenta años de docencia.
8.- Fundó los grupos artísticos más notables de la U.A.Q.: Cómicos de la Legua en 1959 y Estudiantina de la U.A.Q. en 1963.
9.- Escribió una veintena de libros sobre Historia Local, publicando en seis tomos la primera “Historia del estado de Querétaro”, en abril de 1979. La Historiografía Queretana le debe mucho. Bien por el Ayuntamiento de Querétaro presidido por Luis Bernardo Nava.