QUERETALIA
EL QUERÉTARO PARROQUIAL
¡Año de 1938 muy presente tienen nuestros ancestros queretanos! Afortunadamente todavía podemos encontrar gente que vivió esa época y lo recuerdan con nitidez. Gobernaba el país el presidente Lázaro Cárdenas del Río; el estado lo jefaturaba el coronel Ramón Rodríguez Familiar y el municipio de Querétaro lo encabezaba Juan C. Peña en compañía de los regidores Rafael González, Antonio Gutiérrez, Adalberto Mancilla, Enrique Montes, José Romero Ramírez y Abraham Ugalde.
La tirantez que existía entre el ex gobernador Saturnino Osornio y el gobernador Rodríguez Familiar obligó a éste a desparecer ayuntamientos en los diversos municipios y el de Querétaro no fue la excepción: para el 24 de diciembre de ese año de 1938 la Legislatura del estado nombró a los integrantes de la Junta de Administración Civil, llevando a la cabeza al teniente coronel José Pérez Tejada y a regidores contrarios al osornismo como el abogado José Juárez López. A pesar de que el general Cárdenas del Río impuso en Querétaro al coronel Rodríguez Familiar y le advirtió a Osornio que respetara la decisión e hiciera las pases, éste y su gente siguieron en franca rebeldía, sobre todo en la Sierra Gorda, por lo que el presidente de la República decidió expulsarlo de Querétaro.
Cabe mencionar que Osornio había cerrado la principal institución de educación superior que había en el estado, el Colegio Civil, para dar preferencia a escuelas agrícolas y algo a los obreros. Querétaro, conservador y católico, también se hallaba sumido en el miedo de la persecución e intolerancia religiosas. Se autorizó solamente un sacerdote por cada treinta mil habitantes, así que al estado le correspondían solamente tres sacerdotes al contar con noventa mil y la ciudad capital era habitada por cerca de sesenta mil individuos. Si gobernar es poblar, don Saturnino despobló y mal gobernó al decir de sus malquerientes. El muy conciliador gobernador Rodríguez Familiar y el muy sabio obispo don Mariano Tinajero y Estrada se las arreglaron para permitir la reapertura de todos los templos católicos y el que hubiera más sacerdotes que los permitidos por la Ley Reglamentaria de los artículos 5, 24 y 130 constitucionales.
Al calor de las conquistas sociales establecidas en la Constitución de 1917 y con la obra educativa de José Vasconcelos a partir de 1921 en la naciente Secretaría de Educación y de la Educación pública modernizada por la gubernatura del ex constituyente de Querétaro, José María Truchuelo, Hércules llevaba mano y liderazgo en materia educativa por la digna labor del Sindicato de Trabajadores de “El Hércules”, quienes implementaron la Educación y escuelas para los propios obreros y sus familias. Vimos nacer escuelitas para niños y otras para niñas (no había mixtas) en los solares donde hoy está la Casa de la Cultura y donde actualmente se levanta la clínica del IMSS sobre la avenida principal de la ahora cabecera delegacional de la delegación Cayetano Rubio. Todo esto en 1935, bajo la efectiva dirección del Círculo Cultural Obrero nacido en esa obrerista villa en 1936, mismo que fue dirigido por el insigne profesor Joel Osorio Orlando. Allí mismo funcionó casi al mismo tiempo el Centro Cultural Ferrocarrilero para fines educativos. Estos centros estaban adscritos a la C.T.M., en donde el profesor queretano Daniel Ortiz Esquivel ocupaba una importante cartera a nivel nacional.
En Hércules también trabajó y vivió el grandísimo educador chihuahuense Benjamín Noriega Velasco, mismo que en representación de los obreros textiles de “El Hércules” interrumpió el 21 de noviembre de 1916 en la Academia, hoy Facultad de Bellas Artes U.A.Q., la primera sesión preliminar del Congreso Constituyente, para exigir -junto con el líder sindical herculense, Rafael Jiménez,- una constitución de corte obrero.
Pero como los obreros no tenían tiempo de asistir durante el día a la escuela, se pensó en instaurar la Educación Básica por las noches, aprovechando los espacios ya señalados, pero también surgió la magnífica idea de crear la primera Secundaria Nocturna para Trabajadores que se instaurara en Querétaro. ¡Sí señores! Querétaro vio nacer este hermoso e importante proyecto de la mano de un grupo de jóvenes profesores venidos de los estados de Tlaxcala, Guanajuato y Chihuahua pero principalmente formados en Puebla. Con sus ideas sociales de avanzada consiguieron hacer realidad su proyecto que ha beneficiado a miles de trabajadores con ánimo de superación. Estos audaces profesores venían con una formación procedente del Instituto Metodista Mexicano de Puebla y alguno que otro era Lancasteriano. Este movimiento cultural y religioso buscaba desde antes del movimiento armado de 1910 la superación de las condiciones sociales del pueblo mexicano a través de la Educación y la Salud, por lo que lograron la apertura de diez mil escuelas y centros de Salud Pública en todo el territorio nacional. Servir a la sociedad era su lema.
La obra fue gigantesca y de la mayor importancia, ya que solamente aspiraban a la educación secundaria los que podían pagar una escuela privada y la mayoría de estas instituciones estaban en manos de la Iglesia católica, con excepción del Instituto Metodista de Querétaro (después Instituto Benjamín N. Velasco que tenía secundaria anexa) y del Colegio Civil –y después la Universidad queretana- que impartía la secundaria y la preparatoria en cinco años. Había que romper con muchas inercias y muchos vicios, pero los líderes obreros y estos valiosos mentores formados por el mismísimo Jaime Torres Bodet –luego secretario de Educación del Gobierno de la República en dos ocasiones- lograron el nacimiento de una primera escuela secundaria nocturna para los trabajadores, algo que se antojaba casi imposible. Aclaro que la primera Secundaria para Trabajadores en toda la República fue fundada en 1926: ¡Hazaña de nuestros próceres educativos lograr una en Querétaro el 7 de marzo de 1938!
Cuentan que al no existir la energía eléctrica en la totalidad de la ciudad, las clases se impartían a partir de las cinco de la tarde y duraban hasta las diez de la noche, alumbrándose con velas y lámparas de gas, precisamente en un local del Centro Cultural Obrero ubicado en la calle de Madero 68. Entre los fundadores del Centro Cultural Obrero y de la Secundaria Nocturna encontramos a los profesores Joel Osorio Orlando, Adolfo Lara y Núñez, Jesús Pérez Méndez, Eduardo Pozas Aguilar, Clemencia Vázquez Martínez, José Balvanera Guerrero Kraus, Julio T. Pérez y David Vega Vázquez.
Así pues, surge la Secundaria Anexa al Centro Cultural Obrero (el que dirigía Joel Osorio Orlando), reconocida como Secundaria Nocturna por Cooperación número 7, a cargo del Departamento de Educación Obrera de la Secretaría de Educación Pública. Su primer director fue el afamado profesor Adolfo Lara y Núñez, quien detentó el cargo hasta 1946. En 1947 dicha institución se convirtió en la Escuela Secundaria Federal Nocturna número 1.
Querétaro todavía recuerda con cariño y gratitud a los primeros mentores de la Secundaria Nocturna número 1, como son el caso de los insignes Joel Osorio Orlando, Adolfo Lara y Núñez, Jesús Pérez Méndez, Manuel Barrón Osorio, Dionisio Maciel, José Huerta Romo, Salvador Vázquez Altamirano y Salvador Herrera Tejeda. Cabe mencionar que la maestra Ernestina Osorio Cervantes recuerda a la pléyade de profesores españoles exiliados por Francisco Franco que llegaron a dar clase a la secundaria en mención en 1938. Después de la fundación no podemos dejar de nombrar a maestros tan brillantes que allí dejaron alma, corazón y vida como fueron Adolfo X. Blanco, Paula Lara de Ramírez, Manuel Ramírez Baltierra, Dolores Pérez de Lara, Guadalupe Barrera y Dorcas Pérez Guzmán.
El archivo personal del maestro Joel Osorio Orlando pudo ser de gran utilidad pero desgraciadamente ya no cuenta su familia con él porque al morir el gran mentor en 1980 ésta se lo entregó al maestro Alejandro Obregón Álvarez con la condición de que lo utilizara en un trabajo histórico y éste nunca vio la luz, además de que el propio investigador murió también en el ocaso del gobierno de José Calzada Rovirosa (2009-2015) ocupando el cargo de Jefe del Archivo Histórico del estado.
El domicilio original estuvo en el Centro Cultural Obrero en Madero 68, pero en la década de los años cuarenta cambiarían –por la gran demanda de aspirantes a estudiar- a la calle de Hidalgo, a un lado de la casona del ingeniero Manuel González Cosío y Rivera, frente a la casa donde se ratificaron los Tratados de Guadalupe Hidalgo. Después la Secundaria Nocturna para Trabajadores halló alojamiento en la misma calle de Hidalgo en las instalaciones de la Primaria Josefa Ortiz de Domínguez y de la Escuela Normal del Estado.
Ya luego que fue creada la Secundaria Diurna número 1 y se establece esta escuela matutina a la casona de los Tratados mencionados, la Secundaria Nocturna también se trasladó a ella, justo enfrente, en el número 29, de 1956 a 1962. La Escuela Secundaria Nocturna para Trabajadores seguiría a la Escuela Secundaria Diurna a sus diferentes sedes, hasta llegar juntas en 1967 a la Colonia Niños Héroes, en la avenida Hidalgo, de donde se separa la Nocturna en 1977 al encontrar su espacio definitivo en las calles de Invierno en la Colonia Lindavista, al norte de la ciudad.