La intervención de la avenida “Pie de la Cuesta”, fue anunciada en febrero 2020 como parte del Plan de Movilidad Integral (PMI) a desarrollar en el municipio de Querétaro durante el año pasado. La intención del PMI fue “privilegiar el derecho a la movilidad de manera eficiente y segura”, de acuerdo al boletín de prensa de aquel entonces, con una inversión anunciada de 274 millones de pesos.
A un año del anuncio, con la obra terminada y entregada, podemos afirmar que la intervención no cumplió con la intención manifestada, ni con lo mandatado en el Artículo II fracción IV del Reglamento de Tránsito del Estado de Querétaro (RTEQ), donde queda establecida la pirámide de movilidad, con prioridad a: a) Peatones; b) Vehículos de Emergencia; c) Ciclistas; d) Usuarios del Transporte Público; e) automóvil particular.
Respecto de la movilidad peatonal, en la mayor parte de la Avenida, las banquetas están invadidas por obstáculos tales como postes, elementos de publicidad, señalética vial, elementos de infraestructura telefónica, eléctrica y comercial, así como autos estacionados, lo que obliga al peatón a bajar de la acera con el riesgo que ello implica.
La intervención también ignoró un ancho mínimo que garantice la seguridad de quien transita caminando, de quienes usan silla de ruedas o empujan una carreola. El artículo 152 del Código Urbano vigente habla de 1.8 metros de ancho libres de obstáculos, algo que acudiendo al sitio en comento, no se cumple.
Los semáforos peatonales son un elemento decorativo; a meses de la entrega, varios no funcionan. Por otro lado, quien usa un automóvil para sus desplazamientos no puede visualizarlos desde su perpectiva, ni en términos espaciales ni a causa de la velocidad. Las “vueltas continuas”, prohibidas por el artículo 50 fracción IX del RTEQ son letra muerta en los hechos, elemento que contribuye a la peligrosidad de quienes se desplazan caminando.
Más aún, la vialidad se intervino sin ningún tipo de perspectiva de género. Banquetas anchas, con semáforos que otorguen tiempos de cruce exclusivos – no compartidos- y suficientes para mujeres, quienes están encargadas -entre muchas otras tareas- de llevar y traer niñas y niños a la escuela, así como hacer las compras de víveres y otros satisfactores, fueron ignorados en esta modificación. Las paradas de autobús no tienen sanitarios, ni espacios para cambiar pañales.
Aunque hay señalética ciclista, la vialidad es insegura para desplazarse en ese medio de transporte, ya que sin un espacio confinado, aunado a las velocidades que alcanzan los vehículos automotores y la proximidad fisica, usar la bicicleta no es recomendable, hecho que contraviene lo señalado tanto en los artículos 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como el artículo 20 de la Ley de Movilidad del Estado de Querétaro donde se ha de garantizar la seguridad en los desplazamientos para todo usuario de la vía, no sólo a quien usa un auto.
Las y los usuarios del transporte colectivo tampoco se vieron beneficiados. Los operadores no tienen una línea recta-contínua de avance sostenido, sino que serpentean a lo largo de la avenida, intercambiando ascenso y descenso entre las paradas en el área central y en las laterales, que no desaparecieron en los hechos.
Así mismo, el semáforo del autobús da un tiempo reducido para cruzar las anchas vialidades, mientras que la mayor parte de los tiempos de avance siguen dando prioridad a los autos particulares, una vez más, contraviniendo nuestro orden jurídico que mandata privilegiar transporte colectivo antes que los desplazamientos en automotor.
El auto particular también se vio perjudicado por la intervención. Al no haber señalética en el piso de la vialidad, sin elementos físicos disuasivos de reducción de la velocidad, aunado a la semaforización deficiente, amen de la ausencia de un estudio serio de entradas y salidas a y desde las Avenidas Tláloc, Belén, Praxedis Guerrero, Boulevard de la Nación y Tláloc/Paseo de la Constitución, trae como consecuencia que los incidentes viales sean inevitables. Preocupa especialmente el tramo Boulevard de la Nación-Tlaloc, donde se ubican varias plazas y centros comerciales, así como un colegio de Bachilleres. La pendiente tan pronunciada hace que los autos incrementen su velocidad a pesar de la restricción de 40 Km/h. Urge tener disuasores físicos, para que en caso de haber un impacto, sean ellos y no las y los estudiantes o compradores quienes reciban el golpe.
Esperamos que la autoridad municipal corrija las deficiencias, haga otros estudios, visitas de campo y encuestas con la comunidad para entender la movilidad en esa importante arteria de la ciudad, y se hagan las adecuaciones pertinentes, de manera que se beneficien las personas más vulnerables de la vía: quienes caminan, ciclistas, usuarias del QroBUS. La visión moderna de las ciudades privilegia la movilidad sustentable y colectiva, dejando menos espacio a la particular en auto. Aunque la modificación de las leyes de movilidad en el estado de Querétaro datan de 2018, no se han socializado adecuadamente y por ello, las quejas que hemos escuchado vienen en su mayoría de los usuarios del auto, acostumbrados a tener todo el espacio para circular y estacionarse sin restricciones.
La Avenida Pie de la Cuesta es una zona comercial y habitacional importante, donde muchas de las compras se realizan caminando desde y hacia las colonias aledañas. Sigue manteniendo importantes elementos de la vida de barrio, de vida comunitaria: arraigo social, seguridad colectiva. La ciudad de los 15 minutos, que se busca en ciudades europeas, sigue viva en esta parte del municipio. Cualidad que no es recomendable perder y por el contrario es responsabilidad de todos mantenerla, impulsarla y expanderla a otros lugares del municipio.