El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a los normalistas de Ayotzinapa que “no abusen” en sus protestas, como la ocurrida ayer en la ciudad de Chilpancingo, Guerrero, donde realizaron destrozos en las instalaciones de la Fiscalía estatal.
En la conferencia matutina de Palacio Nacional, López Obrador dejó en claro que los normalistas de Ayotzinapa tienen su derecho a manifestarse, y que ordenó a la Guardia Nacional y Fuerzas Armadas no caer en ningún tipo de provocación.
“Acerca de los jóvenes están en su derecho de manifestarse, solo que también les hago un llamado a que no abusen. La instrucción que tienen los integrantes de la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas es no caer en ninguna provocación”, dijo.
“Porque hay quienes quieren llevarnos a la confrontación, acusarnos de represores y nosotros no somos eso. Ayer fueron y tiraron piedras, bombas, hirieron a elementos de la Guardia y que no olviden que el soldado es pueblo uniformado, ellos lo saben bien, como lo sé yo y muchos que recorremos el país.
“No hay instrucción del presidente para reprimir a nadie”, puntualizó esta mañana en el Salón Tesorería.
El mandatario mexicano solicitó a los estudiantes que no se dejen manipular, debido a que “hay muchos abogados, dirigentes de la llamada sociedad civil, de las ONGs, de defensores de derechos humanos muy vinculados al conservadurismo”.
Estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa destrozaron el martes las instalaciones y vehículos de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero en Chilpancingo, como protesta tras la fuga de un policía estatal acusado de matar a uno de sus compañeros, Yanqui Kothan Gómez.
La manifestación ocurrió tras la mañanera del presidente López Obrador, quien reveló que el oficial se fugó con la presunta complicidad de autoridades locales, aunque otros dos policías implicados permanecen detenidos.
Los normalistas ingresaron al estacionamiento, donde destrozaron e incendiaron unos 10 vehículos que estaban estacionados. También destruyeron los cristales y parte del edificio.
Aunque los agentes intentaron replegar a los normalistas, los jóvenes se organizaron en una segunda embestida para continuar con los destrozos.
Tras una media hora de protesta, los policías lanzaron gas lacrimógeno para dispersarlos.