Cecilia Gabriela Velázquez
Mujeres locatarias establecidas en el Centro Histórico del municipio de Querétaro consideran que la presencia de vendedores ambulantes en la zona, entre ellos las y los artesanos, les perjudica a sus ingresos y a la permanencia de sus comercios. Esto, explicaron, se debe a que no hay un cobro de impuestos, de renta ni trámite de permisos y seguros
Para Ana María, vendedora de ropa en la calle De Francisco I. Madero (se omite su nombre real por seguridad de la entrevistada), la práctica del ambulantaje es “comercio desleal” y le afecta “muchísimo” a su negocio. En cuanto a sus ventas, vio un decremento de siete mil pesos al día, hasta ningún ingreso.
“Nosotros pagamos rentas. Y aparte de que pagamos rentas, pagamos seguro de empleados y pagamos impuestos (…) la gente ya ni siquiera quería pasar a los lugares que estamos establecidos. Tengo cuatro sucursales, me afectó muchísimo. Había días que ni siquiera se sacaba para pagar a la empleada”, manifestó.
Aunado a la renta y paga de nómina, mencionó que tuvo que pagar un curso de bomberos como parte de un permiso municipal para operar su tienda. Al año, este trámite le cuesta entre cinco mil y siete mil pesos, y es obligatorio.
Por su parte, Irma Juárez, artesana en la tienda “Arte Oaxaca Querétaro” ubicada en la misma calle, también reportó bajas significativas en sus ventas debido a la presencia del ambulantaje. “Como casi vendemos lo mismo que ellos y se ponen hasta el frente del local, el local no tenía venta, se bajaba mucho la venta (…) todo lo que vendemos aquí en el local, lo venden afuera y más barato que nosotros. Porque nosotros vendemos por la renta y todo eso, pues es mucha la diferencia”.
La artesana oaxaqueña y madre de familia, pasó de vender cerca de cuatro mil pesos al día, a máximo mil pesos. “No sacábamos ni para cómo pagar porque la renta está cara”, dijo. Dicha renta del local, precisó, rebasa los 50 mil pesos, además del pago de servicios y la licencia municipal.
Lucy, otra vendedora de ropa establecida en el centro histórico (también se omite su nombre por su seguridad), opinó que es una situación “muy pesada” que afecta a ambas partes, puesto que la temporada de ventas es baja y no perciben un apoyo del gobierno. Sin embargo, espera que tras la ausencia de vendedores ambulantes, sus ventas aumenten. Sobre todo con el aumento del turismo.
“Está muy pesado por todos lados. Todos quisiéramos también agarrar y salir a vender, igual que ellos. Pero, la verdad, es que sí está muy pesada ahorita la situación económica (…) realmente no se espera nada por parte del gobierno, porque prometen apoyos que no llegan”, expresó.
Las tres vendedoras esperan ver mejoras en sus ingresos, así como exhortan a otros comerciantes a operar de forma regular y que se ofrezcan más apoyos por parte del gobierno.