Charlene Domínguez
México tiene una “concentración oligopólica” de servicios financieros que limita la entrada de nuevos y disruptivos jugadores al mercado, señaló Rafael Espino de la Peña, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos del Senado.
“La baja inclusión financiera en México se origina, hay que decirlo también, debido a la excesiva concentración oligopólica de servicios financieros que ha limitado la entrada a nuevos y potencialmente muy beneficiosos y disruptivos actores en el mercado, y ha reducido la intensidad de la competencia de quienes participan en estos mercados financieros.
“En México predomina un sistema financiero tradicional con poca innovación y con ofertas de servicios financieros realmente limitadas que desincentivan la atención a sectores más amplios de la población”, expuso en el foro “Forjando futuros: educación, salud e inclusión financiera”.
Dicha concentración, explicó, se refleja en que los siete bancos más grandes en el País, conocidos como el grupo G7, acaparan 77 por ciento de los activos bancarios y sólo tres de ellos poseen 60 por ciento del total.
“A pesar de que México tiene logros importantes, significativos, después de la crisis bancaria en los 90, se ha sacrificado la competitividad del sector bancario”, criticó.
El senador Espino de la Peña consideró que para avanzar en la innovación e inclusión financiera del País se requiere de una regulación.
Actualmente, la normativa no reconoce de forma explícita la figura de la banca digital, lo que ha representado un obstáculo para el desarrollo de ese tipo de instituciones, expresó.