ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE
110 países fueron testigos de esta segunda marcha del día 24 de mayo, contra el cambio climático y para exigir a los gobiernos la acción inmediata. Pues no es para menos ya que el año pasado, las emisiones globales de carbono alcanzaron un récord, a pesar de una advertencia del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático en octubre pasado: “la producción de gases tendrá que reducirse en los próximos 12 años para estabilizar el clima”.
Tanto en la Ciudad de México como en Querétaro, salieron a marchar y protestar jóvenes, quienes cada vez logran mayores seguidores, al despertar la conciencia de la urgencia de cambiar muchas cosas para detener el cambio climático y sus diversos impactos. En Querétaro, que por cierto los medios no le dedicaron espacio a esta jornada de protesta climática, se vio incrementada y ya no sólo por estudiantes de la UAQ, sino ahora se suman de otras escuelas, que van desde primarias, pasando por secundarias y preparatorias. Seguramente en este año veremos crecer el movimiento y sobre todo su posicionamiento en las agendas políticas de los gobiernos y de otras instituciones, como ya está sucediendo en Europa, que el tema se torna más prioritario que la cuestión de migrantes, en la coyuntura electoral de la Unión Europea.
La lluvia no fue un obstáculo para los cientos de jóvenes que marcharon desde la plaza del estudiante, hasta plaza de armas, por el contrario al grito de “Sigue lloviendo, y seguimos marchando”. Lo peculiar de este segundo acto masivo, es que las demandas ahora ya se están enfilando en acciones concretas contra el cambio climático como el la disminución de emisiones de carbono, y ya no tanto en acciones ambientales amplias.
Hasta esta segunda marcha, aún no tenemos un pronunciamiento por parte de las autoridades de los distintos órdenes de gobierno, salvo el programa del gobierno capitalino que anunció “Respira Querétaro”, pero más allá de eso, seguimos en el vacío al no contar con un Programa de Transición Energética y el compromiso, medido en una meta, de reducir las emisiones de CO2, sobre todo en el sector del transporte, que ya debería pasar al 100 al uso de gas natural y pensar en el transporte eléctrico en los ejes viales. La contingencia ambiental pasada debería servirnos como una campanada y llamada a la acción.
Y ahora, con el nuevo nombramiento en la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, de un destacado académico y teórico en el campo ambiental, como secretario, tendrá el reto de orientar adecuadamente las políticas de mitigación y adaptación contra el cambio climático, tarea nada fácil, ya que los programas del gobierno federal en materia energética anunciado, pareciera que van en sentido contrario, al regresar al uso del carbón y no dar prioridad a la generación de energía limpia.
Por mientras, nos quedamos con la clara idea de que el movimiento climático en Querétaro sigue su paso, encabezado por jóvenes mujeres que están motivando a más estudiantes.