ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE
Con motivo del el Día Mundial de las Abejas (20 de mayo) y del Día Mundial de la Biodiversidad (22 de mayo), es importante advertir sobre la importante regresión de las poblaciones de insectos polinizadores.
Resulta clave que hoy en día se adopten medidas urgentes para asegurar la conservación de estos animales, ya que la reducción de la polinización pone en riesgo la biodiversidad pero también los múltiples beneficios que generan, como la producción de nuestros alimentos.
La polinización constituye un proceso fundamental en los ecosistemas terrestres. Es vital para la conservación de los ecosistemas y para la producción de alimentos. Se calcula que el 87,5 % (aproximadamente 308.000 especies) de las plantas silvestres con flores del mundo dependen, al menos parcialmente, de la polinización realizada por animales.
La polinización genera también múltiples beneficios para las personas, destacando la obtención de alimentos. En México alrededor del 75 % de los cultivos para consumo humano dependen de los insectos que desarrollan la polinización. Además, nos ofrecen otros productos como miel, cera o medicamentos y contribuyen directamente a la producción de fibras como el algodón y el lino o materiales de construcción como la madera.
El servicio esencial que ofrecen los polinizadores en la oferta de alimentos se valora en 500.000 millones de dólares a nivel mundial, y 22.000 millones de euros para la agricultura europea. En los últimos cinco decenios el volumen de producción de cultivos que dependen de los polinizadores ha aumentado a nivel mundial en un 300 %, de modo que nuestra subsistencia está cada vez más supeditada a la polinización.
En México existen cerca de 43 mil apicultores con un inventario de 2.7 millones de colmenas, en tanto en Querétaro, apenas comienza a repuntar la población de colmenas que había caído en alrededor de 4 mil, a raíz de la promulgación de la Ley de Fomento Apícola y Protección del proceso de polinización y, los apoyos incipientes del sector gubernamental federal y estatal que se han canalizado al sector.
Pero hay otro gran problema, el cambio climático que afecta a las abejas y otros insectos polinizadores, por lo que se debe considerar en las políticas públicas mas apoyos, como la producción de flora melífera para reforestar, incluso en la zona urbana, en donde bien podrían ser especies favorables el mezquite y huizache, de donde se obtiene una deliciosa miel tipo mantequilla.
Las principales amenazas para los insectos polinizadores proceden de las actividades humanas como la fragmentación de hábitats, el cambio en el uso de la tierra, los productos químicos agrícolas e industriales, los parásitos y las enfermedades, las especies exóticas invasoras, las colisiones en carreteras, el cambio climático y diversas prácticas agrícolas. La conservación y recuperación de estas especies es fundamental para el futuro del planeta tal y como lo conocemos
Aún queda pendiente el compromiso de la administración municipal de la capital para crear el primer santuario de abejas, bajo una co-admnistración con los apicultores y ubicado ya sea en Peña Colorada o en el área natural protegida de La Barreta.
Nos falta mucho por hacer, pero se ha dado un pequeño paso y ahora todos debemos apoyar al sector apícola del estado.
¡ Que Vivan por siempre las Abejas !