ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE
La energía es un componente fundamental para el desarrollo de cualquier economía, ya que como se señala en la propuesta de Egresos 2020 “Todas las industrias actuales utilizan de alguna forma energía dentro de sus procesos productivos. Se estima que la energía es responsable de al menos la mitad del crecimiento en una economía moderna al mismo tiempo que solo representa menos de un décimo de los costos de producción (Foran y Poldy, 2002).”
Así tenemos que en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para 2020 se prioriza el uso del gasto público hacia la seguridad, en bienestar social y dentro del sector energético…
Por lo que respecta a la CFE y sus empresas productivas subsidiarias se solicitará un techo de endeudamiento interno neto de 9.8 mmp y un techo de endeudamiento externo neto de 508 millones de dólares.
En la composición del gasto, destacan las propuestas de asignaciones presupuestarias a las siguientes dependencias: Educación Pública (28.7%), Bienestar (15.3%), Salud (11.4%), Defensa Nacional (8.3%), Comunicaciones y Transportes (4.8%), Energía (4.3%), y Agricultura y Desarrollo Rural (4.1%), que en su conjunto concentran el 76.8% del total de los Ramos Administrativos.
Se señala que en rubro de Energía, los recursos asignados se destinarán a lograr que el país tenga un servicio de energía asequible, confiable, de calidad, eficiente y moderno aprovechando los recursos energéticos del país, donde el abastecimiento sea con precios adecuados, en toda la cadena productiva y económica, permitiendo mejorar la calidad de vida y contribuir con la disminución de la desigualdad al fortalecimiento del papel del Estado como rector del sector energético y conductor de la política energética, a la promoción de la mayor inversión pública y de la capitalización de las empresas productivas del Estado y, a promover y hacer eficientes la integración de los procesos energéticos de los hidrocarburos con los de generación y distribución de electricidad.
En el caso de la CFE, cuyo presupuesto aumenta en 1.4% en términos reales, los recursos que se aprueben permitirán fortalecer los trabajos para la generación y distribución de energía eléctrica, a un menor costo y bajo estándares de calidad, con pleno respeto al medio ambiente.
Por su parte, en el sector de energía, en 2014 la capacidad eléctrica del país fue de 2,157 kWh per cápita, lo que está debajo de otras economías de la región como Chile con 3,880 y de Corea del Sur con 10,497 kWh per cápita en el mismo año (Banco Mundial).
Teniendo en cuenta lo anterior, y basado en el marco institucional del Programa para el Sector de Energía PRODESEN 2019-2032, se estima un crecimiento en la demanda entre un 2.8 y 3.6 por ciento en los siguientes 15 años y si a ello le añadimos el compromiso de México con la firma del Acuerdo de París, de que para el 2024 deberá utilizar al menos el 35% de energías limpias para combatir el cambio climático, entonces es un requisito aprovechar las ventajas comparativas que tiene el territorio mexicano de energía solar en tanto que el 85% es óptimo para generar energía, ya sea por medio de proyectos de gran escala y/o de generación distribuida, sin embargo en la propuesta de egresos no se menciona nada de ello. Haría falta alinear la propuesta de Egresos, sobre la base de una austeridad republicana, con la oportunidad que ofrece en cuanto ahorro económico, la ampliación del uso de energías renovables y limpias tanto solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica.
Por otra parte, basado en la generación distribuida, también se puede conjugar con los propósitos sociales entendidos como aquellos que favorecen y facilitan actividades e ingresos en las familias que exhiben pobreza sobre todo en el medio rural, para construir granjas solares que pueden suministrar energía a las comunidades y en aquellos casos, de ejidos cercanos a las ciudades, bien podrían asumir contratos con los municipios para la adquisición porteada de energía (que es uno de los costos altos de las ciudades) para lograr ahorros considerables y a su vez generar ingresos a los ejidos y comunidades, que también repercute en la creación de empleos directos e indirectos para los técnicos.
El tema de las energías renovables tiene diversas caras, ya que por un lado es un asunto medioambiental ligado con el combate al cambio climático, pero por otra, se trata de ahorros económicos y competitividad para los distintos sectores de la economía, asimismo, es un asunto de democracia energética en el sentido de una participación en la generación de energía desde un ciudadano, pasando por asociaciones, ejidos, comunidades o cooperativas que ahora pueden aspirar a obtener ingresos derivados de proyectos energéticos limpios como la solar o eólica.
Visto así, no es una cuestión marginal abordar la cuestión energética limpia en la propuesta de egresos 2020, por lo que esperamos que en la discusión de la Cámara de Diputados exista la visión de converger a las energías limpias y enmendar los vacíos que exhibe dicha propuesta.