ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE
Lo que veníamos observando para contener la propagación del Coronavirus, principalmente consistía en “Quédate en Casa”, lo que representa una medida pasiva, pero ahora que se anuncia el regreso a las actividades, hay una condición para ello: contar con un Protocolo Sanitario que contenga las medidas básicas y necesarias que deben implementar las empresas y unidades económicas de los sectores enlistados para el regreso, lo que implica que las empresas facilitaran los medios necesarios para que los empleados puedan a su vez, cumplir con las medidas sanitarias del Protocolo, situación distinta a “Quédate en Casa”, ya que la activación de un Protocolo es un sistema activo para prevenir y contener el contagio. De esta forma, el protocolo es un documento o una normativa que establece cómo se debe actuar en ciertos procedimientos. De este modo, recopila conductas, acciones y técnicas que se consideran adecuadas ante ciertas situaciones.
Ahora bien, ¿esto significa que con la aplicación de un Protocolo será 100% seguro para no contraer el contagio del virus?, obviamente que la respuesta es un No. Sólo se trata de lograr un cierto orden, un estándar de aplicación de medidas sanitarias y reducir el riesgo de contagio, en sí el Protocolo unifica criterios, a fin de evitar que cada quien como lo entienda realice medidas sanitarias, o en el mejor de los casos, es un requisito para regresar y saber de antemano que la contingencia aún no concluye y por ello, hay que seguir observando medidas sanitarias.
También hay que advertir que dichos Protocolos estarán revisados y autorizados por la autoridad competente, para salvar que cada quien lo haga como quiera. Pero aquí lo más importante, es eliminar por completo la simulación, o sea, que las empresas se armen con un Protocolo patito o bien, que cuenten con un buen Protocolo asistido por profesionales, pero que en la práctica no se observe y, por tanto sólo sirvió para obtener la autorización de regresar a las actividades.
De ahí que es importante incluir la participación de los empleados en el protocolo, para ejercer una vigilancia social que vele por la salud de los trabajadores y el eficaz cumplimiento de las medidas sanitarias y la existencia de los medios.
Por último, hay que considerar que habrá personas que contrajeron el virus y que sanaron, y que tal situación no sea una causa para discriminarla, negarle un empleo o marginarla.
¿Y en donde quedaron los criterios ambientales en los Protocolos?, de nueva cuenta, se lo pasaron por el arco del triunfo, ¿entendimos o no el daño que hemos causada al planeta?
Ahora seremos testigos de cuan eficaz es un sistema activo para prevenir y contener el contagio, y que tanto, lo vamos a cumplir.