ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE
Recientemente la prensa ha dedicado la nota periodística a presentar datos y entrevistas con respecto a la sequía, que ya es reconocida, y que afecta principalmente a tres municipios y una cantidad de miles de hectáreas agrícolas. Ya desde mayo pasado la Comisión Nacional del Agua había registrado una condición de sequía para 8 municipios de Querétaro, de los cual dos de ellos se calificaba de severa.
Así también, algunas presas para uso agrícola exhiben menos de 50% de almacenamiento como la presa Constitución y la de San Idelfonso en Amealco.
Quizá pueda ser sorpresivo lo que esta sucediendo, pero desde el primer Plan de Acción contra el cambio climático de Querétaro, ya se preveía un escenario de menor precipitación aunado a que las lluvias ya no mostrarían una distribución uniforme en el periodo, sino que ahora se presentarían tormentas, de pocas horas y con una alta precipitación.
La pregunta es ¿qué estamos haciendo para prevenir, mitigar y adaptarnos?, y bueno tiene esta interrogante varias respuestas, en el sentido, de que por un lado, se debe contemplar acciones para captar más agua de lluvia; acciones para reducir el déficit de las aguas subterráneas; y acciones para ahorrar agua. Pero por otra parte, también hay que considerar como medida de adaptación el desarrollo de variedades resistentes a sequía; el uso habitual de información de estaciones meteorológicas para la planeación y seguimiento en la producción agropecuaria; y sistema eficientes de riego.
En adición a lo anterior, no se puede continuar, sobre todo en la mancha urbana de la metrópoli, seguir pavimentando áreas estratégicas de infiltración (como el caso de Peña Colorada), ni tampoco, seguir usando agua por una sola vez, hay que utilizar agua tratada para ciertas actividades.
El reto es mayor y el tema del agua es una cuestión estratégica y al mismo tiempo es un factor de vulnerabilidad tanto para el consumo humano como para las actividades productivas en el estado por su condición de escases. Ya desde la primera mitad de la década del 2010, en que realice el estudio para medir el Índice de Competitividad Ambiental de la industria en Querétaro, en la encuesta que se levantó, los empresarios colocaron al recurso hídrico como el principal y riesgoso.
Los próximos tres años serán difíciles, ya que el sistema de Acueducto II más las sequías no serán suficientes en cuanto abastecimiento de agua se refiere, mientras que se logra traer más volumen de la Reserva Parcial que se localiza en la Sierra Gorda. En tanto, tal como lo señala el responsable de la CEA, la tarea más urgente es la de construir la infraestructura para el tratamiento de las aguas grises en la zonas I y II Metropolitanas, y por su parte, la SEDEA tendrá que pensar para el sector agropecuario, canalizar e invertir en sistemas de riego optimizadores, eficientes y automatizados, asimismo suprimir el riego rodado que desperdicia agua a granel y, finalmente, proteger las áreas estratégicas de infiltración a los acuíferos para garantizar en el futuro mediato esta fuente de suministro.