A los comerciantes y vecinos de la céntrica calle de Pino Suárez les han pegado dos pandemias: La del coronavirus y la que implica la falta de eficacia y empatía por parte de las autoridades capitalinas. Y es que a más de dos meses de haber levantado el adoquín del arrollo vehicular y de las banquetas, no se ve avance alguno y la obra ya ha obligado a comercios de la zona a cerrar de forma definitiva sus puertas. Entre cables, varillas, tierra suelta y perforaciones, resulta un riesgo para las personas de la tercera edad y discapacitados que se quejan de las dificultades que les causa el llegar al Centro de Salud.
Ante tal escenario, la diputada Paloma Arce Islas hizo un llamado al gobierno de Luis Bernardo Nava para que se agilicen los trabajos en el lugar y le exhortó a mostrar algo de empatía hacia los vecinos de la zona ““La lenta reparación de la calle Pino Suárez dificulta a los habitantes la salida o entrada a las casas o negocios, genera falta de agua y complicaciones para llegar al Centro de Salud. Necesitamos empatía por parte de las autoridades municipales”, escribió desde su cuenta de Twitter la diputada.
Además de las molestias para entrar o salir de los domicilios, vecinos de Pino Suárez se quejan de la falta de agua y las complicaciones que han generado las constantes lluvias en la capital.
La intervención en Pino Suárez, se proyectó a seis meses de trabajos. De acuerdo a la autoridad municipal, se cambiará el sistema de drenaje y agua potable, ademas de cableado subterráneo. A lo largo de la calle, se tienen identificados 150 domicilios particulares y 45 establecimientos.