El magistrado presidente del Poder Judicial del Estado de Querétaro, Braulio Guerra Urbiola, afirmó que se encuentran en la etapa final para presentar su propio servidor de inteligencia artificial, conocido como “SON-IA”, el cual marcará una nueva fase en la transformación digital de la justicia, al integrar herramientas automatizadas sin sustituir la labor humana.
“Vamos muy bien, es todo un reto, es atrevernos, es también un tema cultural”, señaló Guerra Urbiola al detallar que el Poder Judicial ya sostiene encuentros con colegios de abogados, litigantes y profesionales del derecho para compartir los primeros procesos de automatización. En particular, mencionó el inicio del piloto en juicios ejecutivos mercantiles, en los que los abogados podrán subir directamente los documentos desde sus despachos, sin necesidad de acudir a la oficialía de partes.
El magistrado explicó que este cambio implica reducir la burocracia y los tiempos de respuesta, al permitir que los documentos lleguen directamente al juzgado y sean cotejados digitalmente. “Ya no habrá que hacer colas larguísimas ni trámites burocráticos; el documento llegará directo al juzgado”, dijo.
En esta nueva etapa, Querétaro se prepara para operar su propio servidor judicial especializado en inteligencia artificial, con capacidad equivalente a 44 años de información impresa. Este sistema, destacó, será propiedad del propio Poder Judicial —no de compañías privadas— y podrá incorporar modelos de lenguaje (LLM) y sistemas OCR para la gestión documental, lo que lo convierte en un referente de soberanía tecnológica dentro del ámbito judicial.
“Será el primer servidor en Latinoamérica del que un poder judicial es propietario. Generalmente estos avances pertenecen a compañías como OpenAI, Google o Microsoft; en nuestro caso, el Poder Judicial tendrá su propia infraestructura y su propio site de IA”, señaló Guerra Urbiola, quien subrayó que esta capacidad permitirá mejorar la eficiencia y la protección de los datos judiciales.
El magistrado reiteró que el objetivo del proyecto no es sustituir a los jueces, secretarios o acordistas, sino que estos se conviertan en revisores y analistas de los textos generados por la IA. Con ello, se espera que los acuerdos —que hoy representan el mayor cuello de botella del trabajo judicial— se produzcan de forma masiva y rápida. “Un acordista trae unos 15 acuerdos por día; podremos lograr miles en un solo día”, expuso.
El sistema también permitirá que la inteligencia artificial detecte fundamentos jurídicos, jurisprudencias, normas constitucionales y tratados internacionales pertinentes a cada caso, generando borradores de acuerdos y resoluciones con precisión. “Esto ayudará mucho para que después se pase la etapa de sentencia. Es un salto revolucionario, un antes y un después, un gran paso para el Poder Judicial y un salto enorme para el justiciable”, enfatizó.






