La restricción para obtener nuevos permisos de importación de combustibles pone en riesgo el abasto de gasolinas y con ello la seguridad energética del País, coincidieron expertos.
Desde 2022, la Secretaría de Energía (Sener) dejó de actualizar la lista de permisos de importación vigentes por lo que es difícil conocer cuántos importadores operan actualmente.
Según la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) hay al menos siete permisos activos, de los cuales dos son de Petróleos Mexicanos (Pemex) y el resto de Marathon, Exxon Mobil, Valero y Shell.
Roberto Díaz de León, presidente consultivo nacional de la Organización, dijo que esas empresas, aunque son pocas, contribuyen a la seguridad energética.
“A pesar de los esfuerzos que se llevan a cabo y de la entrada de la refinería de Dos Bocas, México requerirá que se complemente la atención a la demanda nacional con importación.
“No vemos, en el mediano plazo, una autosuficiencia petrolífera para el País”, aseguró.
La reducción significativa de los permisos de importación ha generado un impacto en el abastecimiento de gasolinas, en medio de una demanda creciente, precisó Andrés Gutiérrez, ex presidente de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio.
Empresas como BP o Total, que planeaban importar, no pudieron hacerlo y tuvieron que buscar quién les vendiera, pero las opciones son reducidas, ya sea Pemex, Valero o Marathon, expuso.
“En el momento que empiezan las cancelaciones, considero a título personal, aumenta la adulteración de productos, sobre todo en zonas en donde es complicado surtir”, precisó.
Destacó la importancia de volver a tener apertura en permisos de importación para tener mayor capacidad, pero que se realice de manera ordenada.