La Ley SB4 que pretende aplicar el estado de Texas para perseguir a los migrantes es una especie de apartheid que vulnera los derechos de las personas y es un retorno a la política de segregación que existía en Estados Unidos hace algunas décadas, consideró el excanciller Marcelo Ebrard.
Entrevistado tras participar en la Cumbre de Capital Privado 2024, organizada por la Asociación Mexicana de Capital Privado A.C. (Amexcap), Ebrard comentó que el tipo de medidas que la administración del republicano Greg Abbott pretende aplicar con esa norma son inaceptables.
“Resulta que te ponen una ley que dice: cualquier persona que entre a este país que no tenga sus documentos se convierte en un delincuente. Nunca lo habíamos visto. Segundo, la autoridad puede detener a quien quiera, entonces, por tu aspecto, porque hablas español, te van a detener en la calle, y llevarte a una estación de policía detenido con tu familia para ver si tienes documentos. Entonces es inaceptable, yo digo que es un apartheid eso”, acusó.
La Ley SB4 está en litigio en tribunales de Estados Unidos debido a que la Casa Blanca señaló que otorga a las autoridades de Texas facultades que son exclusivas de la federación, como es el control migratorio.
Ebrard, quien ahora se desempeña como coordinador de Vínculo con Organizaciones Civiles y Mexicanos en el Exterior de la campaña de Claudia Sheinbaum y es candidato de Morena al Senado, dijo que hay un doble discurso en Estados Unidos, por un lado, la emprenden contra los migrantes y, por otro, los contratan porque son necesarios para sostener la economía de ese país.
“Llegan dos millones y medio al año, ¿cuántos regresan a sus países hoy? No llegan a cien mil, los demás se quedan. ¿Por? Porque están en la economía, porque necesitan a la gente. Entonces, es una especie de demagogia de derecha, de agitar el racismo, porque no tienes otro elemento de cohesión. Los elementos de cohesión más importantes en una campaña son el miedo y el odio, y es lo que están tratando. Pero en la realidad, pues necesitan a todas esas personas”, argumentó.
El excanciller dijo que el eventual regreso de Donald Trump a la Casa Blanca significará un cambio de tónica en la relación México-Estados Unidos, sin embargo, el País ya tiene experiencia en lidiar con el republicano.
“Sería un cambio de tónica, ya lo vimos hace algunos años y tuvimos éxito, México logró un tratado, se renovó, no nos aplicaron aranceles, no aceptamos el Tercer País Seguro, que se veía como inevitable, porque eso es lo que quería Trump. Tercer País Seguro significa que se tiene que recibir en México más o menos 2 millones de personas”, expresó.
“Entonces, digamos que podemos tener turbulencia, sí, porque la situación de Estados Unidos es más crítica hoy, hay un radicalismo que no habíamos visto”.