El dólar cerró su peor semana de julio, mientras el Presidente Donald Trump intensifica sus llamados a recortar las tasas de interés ante la inminente fecha límite para los acuerdos comerciales.
La divisa americana se ha debilitado alrededor de un 0.6% desde el lunes frente a una cesta de divisas, lo que lo encamina a romper un repunte de dos semanas. Esto se suma a un año difícil en el que ha perdido un 8.5% por diversos factores, desde la guerra comercial de Trump hasta sus repetidos ataques al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.
“El dólar ha estado reaccionando a las crecientes expectativas de flexibilización de la Fed, lo que podría reflejar en parte la presión sobre Powell”, dijo Jane Foley, jefa de estrategia cambiaria de Rabobank en Londres.
Este viernes, Trump se refirió al dólar, declarando a la prensa que nunca respaldaría una moneda débil, al tiempo que promocionaba sus beneficios económicos, en particular para el sector manufacturero estadounidense. “Soy de los que prefieren un dólar fuerte, pero un dólar débil te hace ganar mucho más dinero”, dijo.
La confianza en Europa, donde el euro (el principal par de divisas del dólar) ha subido un 0.9% esta semana, se suma a la presión. Los funcionarios del Banco Central Europeo, encabezados por la presidenta Christine Lagarde, mantuvieron estables las tasas de interés y señalaron que la pausa en el ciclo de recortes probablemente se extenderá aún más, lo que llevó a los operadores a reducir sus apuestas sobre una mayor flexibilización del BCE.
Los operadores están centrando su atención en una semana ajetreada que incluye el último informe mensual de empleo, la fecha límite para los acuerdos comerciales con Estados Unidos y la decisión de la Fed sobre las tasas de interés de julio.
Los swaps de tasas de interés indican que los operadores no ven ninguna posibilidad de un recorte la próxima semana, a pesar de los llamados de Trump a Powell para que las baje. Powell ha afirmado que los responsables políticos quieren ver cómo los aranceles impactan la inflación.
Las tensiones entre ambos alcanzaron su punto álgido el jueves, cuando el Presidente visitó las obras en curso en la sede del banco central. El proyecto de renovación de 2 mil 500 millones de dólares se ha convertido en un punto focal para Trump y sus aliados, quienes han criticado la gestión de los sobrecostes por parte de Powell.
“Me encantaría que bajara las tasas de interés. Aparte de eso, ¿qué les puedo decir?”, dijo Trump a los periodistas, de pie junto a Powell. Más tarde, afirmó que despedir a Powell fue “una gran decisión, y simplemente no creo que sea necesaria”.







