SERGIO A. VENEGAS ALARCÓN
Como consecuencia de haber denunciado la falta de insumos para enfrentar la pandemia del Covid-19 en el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer y haber tenido la osadía de solicitar el amparo de la justicia federal en contra del gobernador del Estado, el secretario de Salud y el director del nosocomio, los promoventes han comenzado a sufrir acoso laboral y represalias, según queja expuesta por las enfermeras afectadas a PLAZA DE ARMAS.
En un documento dirigido a El Periódico de Querétaro, señalan.
“Al inicio de la Pandemia quienes solicitamos, insumos para poder trabajar en el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer, somos víctimas de represalias por parte de las autoridades de la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado de Querétaro, a través de sus áreas de recursos humanos, al violentar los derechos laborales de los trabajadores, lo anterior tras darse a conocer que solicitamos mediante Amparo condiciones dignas para poder enfrentar la pandemia de COVID-19.
“93 trabajadores tuvieron que acudir en busca de un amparo de la justicia federal por el hecho del riesgo que les implicaba el tener que atender pacientes covid sin que la autoridad les hubiera proporcionado los equipos de seguridad necesarios.
“No es posible que las enfermeras nos hubiéramos visto en la necesidad de tener que contratar a un grupo de abogados y pagar por un amparo, para que nos dieran el equipo de seguridad adecuado para evitar contagiar nos.
“Tras sentirse exhibidos ante la opinión publica y dentro del gremio médico, las enfermeras que lo solicitamos, nos enfrentamos al acoso laboral y represalia al interior de los centros de adscripción. pues actualmente buscan cambiarnos de centro de trabajo y modificar los horarios laborables. Y nuestro único delito, sólo pedir lo necesario, para trabajar, es muy lamentable, que nos maltraten de esta manera, las autoridades, y que los trabajadores estemos en un acto de indefension, puesto que no se ve el apoyo de la representación sindical, porque ahora nos tratan como delincuentes. Como trabajadores de Salud, hemos dado lo mejor, y echo esfuerzo sobrehumano, y estamos trabajando desde que se inició esta pandemia, no hemos descansado.
“Violentando derechos humanos y laborales, la autoridad busca callar la voz y a manera de persecución a quienes sólo pedíamos lo necesario para trabajar.
“Dándonos de baja del sistema de checador, para no registrar nuestro ingreso al hospital. Esto es lo que hace la autoridad, esta es su manera de reconocer al trabajador de Salud, en vez de cobijar, estar al pendiente de los Trabajadores de Salud, así actúan estando en contra, y haciendo una cacería.
“Lamentamos el actuar, porque nos colocan en riesgo, y nos hacen vulnerables, al estar sometidos, no sólo a estrés de la pandemia, la falta de personal, el miedo al contagio, ahora también lidiar, con la persecución de las autoridades de Salud”.
Y firma: Personal de Enfermería que se amparó del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer.
Hasta aquí la queja entregada por las afectadas, cuyos nombres nos reservamos para no agravar la persecución que ya sufren de parte de sus jefes. Lo cierto es que la falta de insumos para protegerse del Covid-19 derivó en el contagio de docenas de empleados del sector salud, colocados en la primera fila de la lucha contra la pandemia y es una situación que está lejos de resolverse, a pesar de la eficiencia de los abogados de gobierno que lograron convencer a los jueces de haber cumplido la entrega de los materiales que, en opinión de las y los afectados no reúnen la calidad necesaria.
El hostigamiento se ha incrementado en las últimas semanas por haberse manifestado frente a Palacio y a las afueras del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer exigiendo la renuncia del director y de la jefa de enfermeras.
Así, el personal médico está entre la espada y la pared. De un lado el Covid y del otro sus jefes acosadores.
En plena pandemia.