Familiares de internos del Centro de Readaptación Social de San José El Alto denunciaron maltrato y humillaciones de parte de autoridades penitenciarias y exigieron la intervención del gobernador Francisco Domínguez Servién para terminar con los abusos.
Instalados frente a la Casa de la Corregidora, a gritos y con pancartas, acusaron al director de Seguridad y Vigilancia Noé Pérez Martínez y a la subdirectora del Cereso, Delfina Ramírez, de maltrato a los reclusos y a ellos mismos, especialmente a las esposas que son desnudadas y registradas ofensivamente.
Igualmente reportaron robos en las consabidas revisiones a las celdas por parte de vigilantes y celadores que, en su opinión, deben ser sometidos a exámenes antidoping, porque frecuentemente están drogados.
Se quejaron también del incumplimiento de los horarios de visita, porque acortan la salida, que debe ser a las tres de la tarde y desde las dos los están llamando a abandonar el penal, mientras que demoran muchísimo la entrada con los registros. Del mismo modo criticaron la comida que se sirve diariamente a los presos.
En la comunicación al gobernador advirtieron: Nosotros también somos parte de la sociedad; para lo cual estamos pidiendo justicia. Hoy pedimos que se investigue a esas autoridades que lo único que están haciendo es maltratar y pisotear los derechos de nuestros internos y violan de igual manera nuestros derechos como familiares.
Ya basta,dijeron, de tantas humillaciones por parte de custodios y directivos del Centro de Readaptación Social de San José El Alto.
Pidieron así la intervención del gobernador para acabar con los abusos y a los medios omitir sus nombres para evitar represalias de las autoridades del penal.
Durante la manifestación de los familiares de los internos hubo policías tomándoles fotografías y algunos presuntos funcionarios de la Secretaría de Gobierno tratando de convencerlos de retirar su protesta. Ellos insistieron en ver al gobernador Francisco Domínguez, lo que nunca ocurrió.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN