El boxeador Julio César Chávez Jr., hijo del legendario ex púgil mexicano del mismo nombre, abandonó este domingo una cárcel federal en Hermosillo, Sonora, a donde ingresó esta semana luego de ser deportado de Estados Unidos.
El proceso contra el púgil es parte de una investigación más amplia que la Fiscalía General de la República (FGR) inició en 2019 contra el Cártel de Sinaloa por delincuencia organizada, tráfico de personas, tráfico de armas y narcotráfico, luego de que Estados Unidos presentó una denuncia.
Uno de los abogados del boxeador, Rubén Benítez Álvarez, dijo el sábado que Chávez será procesado por el delito de “delincuencia organizada en la modalidad de participar, sin funciones de dirección, administración ni liderazgo, para la introducción clandestina a México de armas de fuego”.
Benítez Álvarez desestimó los señalamientos de la FGR contra su defendido y afirmó que la acusación está basada en “anécdotas de camaradería”.
El peleador de 39 años enfrentará su proceso en libertad provisional, pero no podrá salir de México. El juez dio un plazo de tres meses para la investigación complementaria del caso.







