Por una #SociedadHorizontal
Han pasado siete largas semanas desde que iniciaron las campañas. El miércoles 2 de junio, por ley, los candidatos y candidatas deberán dejar de hacer proselitismo y la ciudadanía prepararse para salir a votar en la jornada electoral más grande de la historia de México. Distintos sondeos de opinión dejan claro que pese a todo, en México prevalece una interesante competencia política, donde nadie las tiene todas de su lado. Aquí algunas consideraciones de cara al próximo 6 de junio:
El presidente López Obrador mantiene elevados rangos de aceptación. Aún cuando en las últimas semanas ha caído algunos puntos, Mitofsky ha publicado que un 55.4% de la población está de acuerdo con AMLO, frente a un 44.2% que no lo está. Para muchos, el alto nivel de aprobación contrasta con los resultados en materia sanitaria, de seguridad y económica. El número de decesos por Covid-19 en el país (más de 250 mil reconocidos oficialmente), el elevado número de muertes violentas (35 mil en 2020) y la caída del 8.5% del PIB (con alrededor de un millón de MiPymes que tuvieron que cerrar el año pasado), no han diezmado sustantivamente la aprobación del mandatario. Lo anterior muestra que el modelo de comunicación que ha empleado AMLO, le ha sido contundentemente favorable.
Las calificaciones positivas de AMLO no se trasladan directamente hacia su partido. Según la última encuesta publicada por GEA-ISA, Morena tendría un 30% de intención de voto, mientras que el PRI tendría un 16%, el PAN un 13%, el MC un 6% y el PRD un 5%. En dicho estudio, el resto de los partidos tendrían un 8%. Cabe resaltar que el voto indefinido se mantiene en un 22%, lo que podría generar cambios importantes en el resultado final. Otros sondeos establecen que el presidente López Obrador podría alcanzar entre todos sus partidos aliados (Morena, PT, PVEM, FXM, RSP, PES) la “mayoría absoluta”, gracias a la cual podría realizar cambios a las leyes reglamentarias y al presupuesto de egresos, sin embargo, no alcanzaría la “mayoría calificada”, que es aquella necesaria para realizar cambios a la Constitución, misma que requiere 334 votos. Vale la pena recalcar esto, pues temas como la reelección presidencial, cambios a los organismos autónomos o al modelo energético, requieren de dicha mayoría.
En el ámbito estatal, lo que parecía ser un día de campo para el partido en el poder no lo fue. Si bien en principio se proyectaba que Morena ganaría 14 de 15 entidades federativas, las competencias locales han modificado dramáticamente el escenario. Hoy existen estudios que prevén que Morena solo ganaría cinco o seis gubernaturas (Baja California, Sinaloa, Nayarit, Colima, Tlaxcala y Zacatecas -aunque esta última para algunos se encuentra en empate técnico). Por su parte, hay quienes proyectan que los partidos que integran la coalición “Va por México” podría ganar en cinco estados (Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, San Luis Potosí y Querétaro), mientras que Movimiento Ciudadano obtendría el triunfo en dos (Nuevo León y Campeche). Cabe señalar que tanto en Michoacán como en Guerrero, donde originalmente Morena tenía amplia ventaja pero tuvo que cambiar a sus candidatos por resolución del Tribunal electoral, las últimas encuestas prevén un empate técnico entre los candidatos de Morena y la coalición. Habría que subrayar que incluso en este escenario, el partido en el poder ampliaría su rango de gobiernos estatales hasta abarcar casi la mitad de los que integran el país.
Por último, en cuanto a los Congresos estatales, necesarios también para modificar la Constitución General de la República (se requiere la mitad más uno de ellos), el resultado aún es incierto, no obstante, ningún estudio prevé que Morena alcance nuevamente los 20 Congresos que logró en 2018.
Sirvan estos datos para subrayar que aún pese a las graves disfuncionalidades de nuestro sistema electoral, la incertidumbre en los resultados -tan necesarios en cualquier competencia- prevalecen. Eso el fundamental. Es evidente que mucho habrá que pensar sobre la forma en que podemos mejorarlo y sobre todo, evolucionar nuestro entramado institucional para lograrlo. Por lo pronto, la #SociedadHorizontal deberá revisar las propuestas, analizar los perfiles y salir decididamente a votar el próximo domingo. Eso es lo que nos toca por ahora.