Como una medida para generar la competencia en la industria y generar equidad en los procesos de licitación de obra pública.
La industria de la construcción es estratégica para la activación de la economía nacional, por su gran capacidad como fuente de empleo y por su interacción con diversos sectores dedicados a la producción de materiales; por ello, Gilberto Herrera Ruiz –candidato al Senado por la coalición “Juntos Haremos Historia”- enfatizó que es indispensable impulsar a los constructores y atender las problemáticas a las que se enfrentan sobre todo en la obra pública. En un encuentro con especialistas dedicados a la construcción, Gilberto Herrera Ruiz contextualizó que el año pasado el sector tuvo una caída de casi 11 por ciento en la ejecución de obra pública y este año, en el Presupuesto de Egresos de la Federación se le destinan casi 600 mil millones de pesos y, aunque en términos reales la inversión es menor respecto a 2017, sigue siendo un monto considerable para fortalecer esta industria. Durante esta reunión, a la que también acudieron los candidatos a diputados federales -Astrid Ortega por el Distrito 1, Beatriz Robles por el Distrito 3 y Antonio López por el Distrito 5-, el candidato al Senado destacó su compromiso por promover proyectos de alta ingeniería desarrollados por mexicanos.
“Siempre he estado seguro de que a este país lo vamos a tener que construir los mexicanos y no los extranjeros; para ello, necesitamos ponernos a trabajar en la innovación y mejorar procesos. Es un sector con gran capacidad, pero anualmente es el que menos patentes registra, eso es un indicio de que tenemos que ponernos a trabajar en vez de apostarle a las relaciones públicas para conseguir contratos”, externó Gilberto Herrera.
En este sentido, los constructores coincidieron en que uno de los problemas que limita su crecimiento es la corrupción que se da en la contratación de obra pública, la cual se presenta desde los favoritismos que se dan en los procesos de licitación: “es una gran impotencia sobre todo para los que vamos empezando. Para nosotros es claro que se trata de obras infladas en sus costos y como constructores preferiríamos que se manejaran los montos reales en vez de que se tuviera que repartir dinero a gente que sólo está dañando a la sociedad”, externó un ingeniero civil.
Al respecto, manifestaron la urgencia de afrontar el problema y una de las medidas que consideraron pertinentes es la de apoyar a las empresas jóvenes para generar mayor competencia, pues expresaron que “son inercias de muchos años y necesitamos los que están empezando se den cuenta de que es posible hacer empresas limpias, porque si no tarde o temprano se van a cansar y terminarán repitiendo los vicios que hay”.
Sobre este tema, Gilberto Herrera Ruiz señaló que en la Rectoría de la Universidad Autónoma de Querétaro se asumió que la construcción debía realizarse sin “moches” y tomando como referente los costos por metro cuadrado: “como director de la Facultad de Ingeniería que fui, me consta que los estudiantes de Civil se enfrentan a esta realidad hasta que al egresar quieren concursar por una obra y conocen la dinámica del gobierno. No hay país que aguante tanta corrupción”.
Entre otras cuestiones, también hablaron sobre la inseguridad que los aqueja, la planeación y ejecución de obra pública, así como de la necesidad de regular la explosión de desarrollos inmobiliarios y la pertinencia de impulsar a los constructores locales.
POR: REDACCIÓN