Mons. Sacramento Arias Montoya, Vicario Episcopal para la Catedral encabezó la eucaristía de este domingo en la que externó el saludo que envía el obispo de Querétaro Mons. Fidencio López Plaza quien se encuentra en la 133 peregrinación de la Diócesis al Tepeyac.
Durante la celebración invitó a reflexionar en la palabra de Dios compartida en el evangelio. “Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón. Vengan a mi” por lo que expreso que todos deben de conocer y aprender de Dios sabiendo qué fue lo que dijo, qué hizo, cómo lo hizo y también de qué forma cumplió con su misión.
A su vez, también hizo un llamado a los feligreses para hacer La Paz sin la violencia. Comentó que para poder lograrlo, se debe dejar de vivir en la angustia, miedo, ansiedad y depresión y dejar a un lado el pecado para acercarse a la fuente de la vida, libertad y paz que es Dios. Todo aquello debe realizarse acercándose con humildad y sin soberbia a él ya que todo ser humano está llamado a vivir con el Espíritu Santo y crecer como discípulos de Dios para ser agentes de paz.
“Urge que los católicos crezcamos más, que seamos agentes de paz y que la presencia de Dios no cambie, sino que nosotros seamos los que cambiemos con la presencia de Dios en nuestras casas y en nuestras vidas para colaborar en una cultura de paz”. dijo.
Por lo anterior, detalló que es necesario ser evangelizados y evangelizar con la palabra de Dios, recordando la carta del obispo para conocer la doctrina de la iglesia y de este modo educar los pensamientos, la boca, el corazón y las obras que el ser humano tiene en sí mismo, para convertir los pensamientos en algo positivo y no violento, teniendo un corazón sano, en paz y con la misericordia del señor.