TABLERO
- Busca Morena aquí cuarta alternancia
- Borbollagate, la danza de los millones
- Presentó Paloma a Santiago en Zoom
- Presume Pancho respeto a los medios
Para Salvador Ochoa Juárez, locutor histórico
Recta final.
A menos de un año de las elecciones de gobernador, alcaldes y diputados, se van perfilando las posibles cartas de los distintos partidos políticos que volverán a disputar el poder el domingo 6 de junio del 2021 en una contienda en la que todo o casi todo puede suceder. Encuestas van y vienen, pero el panorama político es impredecible. En Querétaro pueden cambiar las cosas en la recta final, como lo hemos visto desde la primera alternancia, la de 1997.
Se daba por hecho el triunfo del priista Fernando Ortiz Arana, líder de todas las cámaras y hasta presidenciable tres años antes, pero fue vencido por el empresario Ignacio Loyola Vera, del PAN, que por cierto podría volver a la política activa como candidato a diputado federal.
Y en 2003 el también panista Francisco Garrido Patrón, que venía de ser alcalde capitalino y dirigente estatal de su partido, le infringió su segunda derrota a Fernando Ortiz Arana, aunque con un margen menor.
En 2009 los queretanos decidieron cambiar y darse la segunda alternancia con el triunfo del senador maratonista José Calzada Rovirosa, del PRI, que (como lo reconoció años después) estaba más de 20 puntos abajo del presidente municipal Manuel González Valle y lo alcanzó y superó en dos meses en un cierre histórico.
Y todavía está fresco lo ocurrido en 2015 con la tercera alternancia y el regreso del PAN al gobierno del Estado a través del senador Francisco Domínguez Servién cuando las principales encuestadoras nacionales marcaban como favorito al alcalde capitalino Roberto Loyola Vera.
Aceptando sin conceder que los ganadores hayan ganado en todos los casos y no como producto de acuerdos de Palacio, cabría preguntarse si las mediciones han estado mal hechas, si (como dicen algunos) los queretanos no revelan su voto real o si son los indecisos quienes definen el resultado.
Agréguele malas campañas, crisis económicas, hartazgo, conflictos coyunturales con maestros o transportistas y, ojo, traiciones.
Que el PAN nunca ha ganado sin los priistas y el PRI sin los panistas, dicen.
El caso es que eso del resultado pluricausal lo oímos desde la primera derrota del partido casi único, hace 23 años al hablarse de la intervención de la Secretaría de Gobernación, a cargo de Emilio Chuayffet Chemor, para cobrarle al senador y ex líder nacional priista Fernando Ortiz Arana la factura de 1994, cuando se le mencionó como posible candidato presidencial sustituto de Luis Donaldo Colosio, en contra de Ernesto Zedillo Ponce de León.
Entonces, como hace cinco años, tenía el PRI a los mejores gobernadores: Enrique Burgos García y José Calzada Rovirosa. Como el PAN ahora con Francisco Domínguez Servién.
Si las elecciones fueran hoy, dicen las encuestas. ganaría fulano.
Sin embargo, las elecciones no serán hoy, sino en un año y las cosas cambian hasta dos meses o semanas antes de las votaciones. Lo saben en el PAN y el PRI, pero ahora hay un nuevo partido en la escena, Morena, el de la 4-T que en el proceso anterior se convirtió en la primera fuerza nacional y segunda en el Estado y quiere protagonizar la cuarta alternacia de Querétaro.
Muchas cosas podrían marcar el rumbo de la próxima sucesión.
El Covid-19 y sus consecuencias económicas.
Las investigaciones de la UIF vinculadas a Querétaro.
Los casos de corrupción en administraciones recientes y actuales.
Las luchas internas de los principales partidos y la reaparición de políticos inconformes.
Las traiciones de siempre.
Y las negociaciones -o concertacesiones- nacionales que siempre se niegan.
Todo o casi todo puede suceder.
Las cartas están abiertas o abriéndose.
El PAN, que busca legítimamente retener el gobierno, iría probablemente con el senador Mauricio Kuri, su carta natural, la mejor, pero no debe descartarse al ex candidato presidencial Ricardo Anaya Cortés o a algún emergente del equipo panchista, como Luis Bernardo Nava o Marco del Prete y de los renegados estarían Armando Rivera Castillejos y el innombrable Marcos Aguilar Vega.
Por Morena destacan el súper delegado Gilberto Herrera Ruiz y el zar antilavado Santiago Nieto, con su reciente acuerdo de unidad, aunque también pretende la candidatura el senador Juan José Jiménez Yáñez.
En el PRI tienen al ex alcalde Roberto Loyola Vera, al dirigente estatal Paul Ospital y al diputado local Hugo Cabrera Ruiz.
Los otros partidos sumarían fuerzas con alguno de los tres predominantes, ofreciendo darles los puntos de diferencia para ganar, sobre todo ahora que las ventajas son mínimas o lanzarían candidatos propios sólo para dividir.
Sin olvidar la posibilidad legal de los independientes, a los que la nueva ley electoral impuso mayores requisitos, aunque la verdad -a menos de 12 meses de la contienda- no se ve a ninguno verdaderamente competitivo.
Así las cosas todo parece centrarse en la lucha entre el PAN y Morena, con un PRI que espera el milagro de la resurrección.
En menos de un año elegiremos gobernador en Querétaro, como en otros 14 estados. Las encuestas sugieren que en la mayoría de ellos ganaría Morena y aquí repetiría el PAN, porque tenemos una tradición de derecha y una clase media (hoy lastimada) predominante. ¿Continuidad o cambio?
Todo puede suceder.
-BLANCAS Y NEGRAS-
Borbollagate.
Este miércoles tembló fuerte en el Movimiento Regeneración Nacional con la denuncia de su dirigente Alfonso Ramírez Cuéllar sobre la compra de inmuebles y contratación de servicios por más de 619 millones de pesos ordenadas por la ex presidenta Yeidckol Polevnsky, asesorada por un empresario queretano: Enrique Borbolla García, ex aspirante a la presidencia municipal de Querétaro y dueño del Grupo EBOR, al que pertenecen los hospitales San José y el Paseo Querétaro.
Es muy probable que se trate de un ajuste de cuentas o una cortina de humo como dice el aspirante a dirigente del CEN Alejandro Rojas Díaz Durán, pero el tema se advierte sumamente delicado y puede tener repercusiones nacionales y locales, sobre todo por esa máxima lopezobradorista de “no mentir, no engañar, no robar” o algo así.
Lo cierto es que Enrique Borbolla fue visto desde la campaña presidencial y subió al tempete en el cierre del Jardín Guerrero, unos días antes de las elecciones, además de haber participado en reuniones recientes de empresarios queretanos encabezados por Juan Germán Torres Landa con el jefe de la Oficina de la Presidencia, Poncho Romo.
Sabedor de la vinculación del ex dirigente estatal de Morena Carlos Peñafiel Soto con Polevnski y Borbolla, este columnista buscó la opinión del ahora embajador de México en República Dominicana quien se excuso por la representación que ostenta de pronunciarse sobre el conflicto partidista, pero no tuvo empacho en defender la calidad moral de Yeidckol, incapaz de cometer ningún acto de corrupción.
Aseguró Carlos Peñafiel, desde Santo Domingo, que Yeidckol Polevnski, igual que él, contribuyó con su trabajo y recursos de su peculio aportando su granito de arena “y en el caso de ella granote” a favor de la 4-T, según lo ha reconocido públicamente el presidente Andrés Manuel López Obrador. Y no quiso decir más.
Al calor de este supuesto fraude inmobiliario, se ha exhumado el viejo litigio de Borbolla con el gobierno de Quintana Roo por un avión, del que el empresario queretano ya habría sido exonerado y en el que señala como instigador al ex gobernador José Calzada Rovirosa.
Más fuerte se advierte el Borbollagate, en donde el actual Comite Ejecutivo Nacional de Morena exige aclarar pagos por 619.3 millones de pesos, amparados en transacciones realizadas el 29 de diciembre de 2019, en vísperas del año nuevo con la Inmobiliaria Moscati de Querétaro y la empresa Estrada Miranda Proyecto y Construcción, ligadas ambas a Enrique Borbolla García. El asunto es comparado con el Pemexgate.
El poder los hace iguales.
-JUGADA TRAS JUGADA-
Presente.
Este jueves dio otra videoconferencia en Querétaro el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo:”Combate a la corrupción desde una visión estratégica”, con la participación de representantes de las principales universidades y del Colegio de Abogados Litigantes, a invitación de la diputada local Paloma Arce Islas, una de las mejores cartas de Morena para la Presidencia Municipal de Querétaro.
El miércoles cumplió 91 años uno de los decanos de la radio queretana, el muy estimado licenciado Salvador Ochoa Juárez, leyenda de la XEJX y taurino de hueso colorado con quien compartimos micrófonos. Está pleno dice que: “Como en los toros, de los 60 a los 90 es el último tercio de nuestras vidas; ya no hay vuelta pa’ tras y hay que finalizar con una buena estocada para cortar el rabo y hacer la mejor faena”. ¡Salud, Curro!
-LA FRASE DE LA SEMANA-
Tuitazo.
“Con motivo del Día de la Libertad de Expresión me reuní con representantes de medios de comunicación; reconocí su labor fundamental en esta pandemia y reafirmamos nuestra tarea de construir una vida pública basada en la verdad, pluralidad, tolerancia y participación”: Francisco Domínguez Servién, gobernador de Querétaro, vía twitter.
El chiste se cuenta solo.
-¡JUGADA FINAL!-
Contingencia.
A Pancho Domínguez que ahora, por eso del Covid, no pudo hacer la gran comida anual de la “libertad de prensa” y ni siquiera invitar una carnita asada a los representantes de los medios, un respetuoso, tolerante y bipolar ¡JAQUE MATE!