La controvertida decisión se toma seis días después de que el propio Domínguez reconociera la “enorme” presión de comerciantes
SERGIO A.VENEGAS RAMÍREZ
Finalmente, el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién cedió a las presiones y decidió cambiar el color del semáforo estatal de riesgo epidemiológico y reactivar actividades no esenciales a partir del miércoles 17 de junio y dar un “respiro” al sector privado para aprovechar el domingo 21 el Día del Padre.
La controvertida decisión se toma seis días después de que el propio Domínguez Servién reconociera la “enorme” presión de comerciantes y hoteleros para reabrir actividades no esenciales:
“Hoy tengo una presión enorme y entiendo de comerciantes, de prestadores de servicios, de hoteles, de pequeños comercios, y tendremos que tomar entre todos una decisión de cuando hay que reabrir estos siguientes sectores, así que, atenderemos protocolos de entrenamiento social, a fin de aprender a vivir con el virus, porque no nos podemos quedar encerrados toda la vida”.
Sobre esta decisión, dos médicos y una enfermera del Hospital General y del Hospital del Niño y la Mujer, dijeron a PLAZA DE ARMAS (a condición de reservarnos sus nombres por obvias razones) que esta medida se toma en el momento menos oportuno:
“… En el estado (tenemos) 12.8% de defunciones por COVID-19. Estamos más de un punto por encima de la media nacional, porque en el país muere el 11.7 de los pacientes. De por sí el promedio es alto y Querétaro está cada día peor. Ya ni hablar del comparativo a nivel mundial, en el que traen menos del 7% de fallecimientos”, lamentó el entrevistado.
Y fue más preciso:
“En el Hospital General el 80% de los pacientes intubados están muriendo. Así de sencillo. Ocho de cada diez que entran, no salen con vida, a pesar de los números oficiales que dicen otra cosa. Por eso la gente no quiere venir y llega demasiado tarde, cuando poco se puede hacer”.
Por su parte, un reconocido Especialista del HG comentó a El Periódico de Querétaro que nuestro porcentaje de muertes es más alto “porque no hay intensivistas suficientes. Ni médicos ni enfermeras. Tenemos aquí incluso becarios de postgrado que saben muy poco de este tema…. Hoy que anuncian el permiso para abrir negocios… Vas a ver en 15 días el pico de contagiadero. Y claro, nosotros y los enfermos la pagaremos”.
Una enfermera del Hospital General fue contundente: “Es muy fácil para ellos (el gobierno) decir que compraron 200 ventiladores. Sí, para un hospital con 90 camas. No tenemos equipo especial para enfrentar esta crisis. Y los muertos que mencionas, muchas veces se le entregan cenizas a los familiares, que como apoyo para que no gasten. Es una burla”, finalizó.
Te voy a comentar una experiencia familiar, se sinceró la enfermera:
“A una prima (la más grande de todos) le dio coronavirus al igual que su yerno. Hablo a la línea COVID, que todos sabemos, está siendo manejada por médicos pasantes. Le dijeron que fuera al IMSS, ahí jamás la vieron. Me habló, le recomendé a un médico particular, se le hizo prueba rápida y al segundo día se inició tratamiento. Ahí anda ya al cien. Obesa , diabética , hipertensa y ya de edad, per recuperándose. Pero hay pánico de ir a la cápsula, por eso no quiso ir ella al Hospital General. No dejan pasar a tu familia y te dan cenizas o en el mejor de los casos una bolsa con el cuerpo que no se puede abrir”, concluyó.
Algo está claro, la decisión se anuncia cuatro días después del escándalo por la carne asada en el rancho del gobernador, realizada y difundida el 7 de junio. Y a seis días de que Querétaro registrara 16 muertes en 24 horas, el viernes 5. Sin mencionar la manifestación de esta semana que en caravana llegó a Centro Cívico donde comerciantes exigieron la reapertura de su sector.
Ya veremos en los primeros días de julio, ya que hayamos cumplido medio mes en el regreso paulatino a actividades no esenciales.