La embajadora que el presidente Donald Trump nombró para que represente a Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, asumió su nuevo puesto con un discurso en que amenazó a aquellos países que no respalden las posiciones estadounidenses.
Tras presentar sus credenciales ante Antonio Guterres, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Haley afirmó este viernes en breves declaraciones a la prensa que “habrá un cambio” en la manera que la delegación de Estados Unidos trabajará en el seno de este organismo multilateral.
“Nuestro objetivo en el gobierno es mostrar nuestro valor en la ONU y la forma en que demostraremos valor es mostrando nuestra fuerza, mostrando nuestra voz, respaldando a nuestros aliados y asegurándonos de que nuestros aliados nos respalden”, manifestó Haley.
Ex gobernadora de Carolina del Sur sin ninguna experiencia diplomática, Haley amagó: “vamos a tomar los nombres de aquellos que no nos respalden, y vamos a aplicar medidas para responderles en consecuencia”.
Haley, quien reemplaza como representante estadunidense a Samantha Power, declaró además que el nuevo gobierno va a evaluar el funcionamiento de la ONU a fin de mejorar lo que funciona, arreglar lo que tiene fallas y deshacerse de lo que considere innecesario u obsoleto.
Las declaraciones de Haley, quien no aceptó preguntas de la prensa, suceden luego de críticas feroces de Trump a la ONU, en especial luego de la resolución aprobada el mes pasado en el Consejo de Seguridad que condenó la expansión de los asentamiento de Israel en los territorio palestinos ocupados.
Asimismo informes de prensa han señalado que Trump planea recortar de manera drástica el financiamiento de Estados Unidos a la ONU, que obtiene la mayoría de sus recursos de este país.
