Redacción
La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), como institución socialmente responsable y comprometida con la comunidad, comenzó este martes 31 de marzo de 2020 un protocolo de investigación enfocado en la validación de una prueba alternativa para COVID-19; en un trabajo colaborativo entre las Facultades de Ciencias Naturales (FCN), Química (FQ) e Ingeniería (FI), así como del Sistema Universitario de Salud. El objetivo de la investigación es evaluar la sensibilidad de la técnica RT-PCR para la proteína “S” de SARS CoV-2, que provoca la enfermedad conocida como COVID-19, en exudado faríngeo. En comparación con el Protocolo de Berlín -que es la prueba oficial que se aplica actualmente a nivel nacional- la prueba de portabilidad que investiga la UAQ tendría ventajas de rapidez y bajo precio de insumos, por lo que sería factible de aplicarse a un mayor número de personas. De hecho, en el primer pilotaje de esta técnica se calcula la realización de cerca de 3 mil pruebas.
El proyecto requiere de la asistencia de voluntarios, principalmente de la comunidad universitaria, que deseen participar en el protocolo (mismo que no tendrá costo); cuyo procedimiento consiste en contestar un breve cuestionario con datos básicos, la firma de un consentimiento informado por tratarse de un protocolo experimental, y posteriormente la toma de muestra de exudado faríngeo siguiendo el protocolo de bioseguridad establecido por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) nacional. Es importante mencionar que la ejecución del proyecto no pone en riesgo a los participantes, a los voluntarios o a las instalaciones universitarias.
En la primera etapa de la investigación se requieren voluntarios que cumplan con los siguientes criterios: persona con algún síntoma leve (tos, cefalea, rinorrea, conjuntivitis, odinofagia), personas con sintomas leves o asintomáticos que hayan regresado del extranjero recientemente (en particular de los países de alto riesgo de contagio comunitario), hayan estado en contacto con alguna persona contagiada o tengan riesgo ocupacional, así como aquellas personas que tengan alguna comorbilidad de riesgo como hipertensión arterial o neumopatía crónica.
La convocatoria se publicará en la página oficial de la UAQ, así como en las redes sociales FB: UAQ Universidad Autónoma de Querétaro, @UAQmx y @PrensaUAQ con los links y la información necesaria para iniciar el proceso de participación de los voluntarios.
En caso de que la muestra del voluntario diera un resultado “reactivo” a COVID-19, esto significaría que se es portador del virus; por lo que, independientemente de que se someta a una prueba oficial en el centro de salud autorizado, adquiriría la responsabilidad de mantenerse en aislamiento -por lo menos 14 días- aunque permanezca asintómático, para evitar el posible contagio a otras personas. Más allá de la validación de esta técnica, la aplicación del tamizaje molecular en el momento actual de la evolución de la enfermedad en la entidad podría contribuir a “achatar” la curva epidemiológica de COVID-19 y a disminuir el número de personas contagiadas, así como de fallecimientos.
De acuerdo a la capacidad humana, científica y tecnológica instalada de la Máxima Casa de Estudios del estado, se podrían procesar 100 muestras diarias. De identificarse algún caso “reactivo” se evitaría el contagio de aproximadamente 400 personas al mes.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enfatizado que la detección temprana del virus, incluso en casos asintomáticos, es esencial para reducir la transmisión del COVID-19, ya que se ha definido que existe una prevalencia de cinco a 10 casos desconocidos por cada caso confirmado”, manifestó la rectora de la UAQ, Dra. Teresa García Gasca. “La infección no documentada facilita la diseminación más rápida. Por eso es que la Universidad pone en marcha esta investigación para auxiliar en la identificación de casos potenciales”, agregó. Además es importante considerar que hay desabasto de pruebas en el mercado dada la contingencia a nivel mundial.
La rectora de la UAQ reiteró la necesidad de que nuestro estado y en general el país, aplique un mayor número de pruebas de detección de COVID-19 para identificar los posibles casos, aislarlos oportunamente y evitar el contagio masivo, pues si se consigue detectar un mínimo de casos potenciales se lograría “achatar” o disminuir la curva epidemiológica, cortar la cadena de contagio y ayudaría a una mejor operación del sistema de salud para dar respuesta oportuna a las personas.
También señaló que la Máxima Casa de Estudios de la entidad cuenta con todo un equipo de investigadores expertos en el área; además del equipamiento necesario para salvaguardar la salud de los tomadores de muestra e inactivar el patógeno, a fin de efectuar la investigación correspondiente.
Por tratarse de un proyecto experimental, los casos “reactivos” obtenidos en el proceso investigativo de la UAQ no se reflejarán en la estadística estatal o nacional, hasta que recibieran la validación de la prueba oficial del Protocolo de Berlín, aplicada por las autoridades sanitarias del Gobierno del Estado de Querétaro, quienes están en conocimiento de esta iniciativa universitaria. Sin embargo, es importante que la persona que tenga dicho resultado lo tome con toda responsabilidad y se aisle para evitar contagiar a otros.