JUEGO PROFUNDO
El 21 de noviembre de 1857 nacía en Glasgow, Escocia, el futbolista Fergus Suter. En su ciudad natal, durante su adolescencia trabajo como albañil y empezó a jugar fútbol a los 19 años en el Partick (un pueblo que ahora forma parte de Glasglow, en la orilla norte del río Clyde). Después de jugar con dicho club, Suter tomó una decisión hasta ese momento impensable: dejar su ciudad natal, para establecerse en Inglaterra. Esto no era, ni es nada extraordinario, lo extraordinario viene por el hecho de que ese cambio de residencia fue para jugar al fútbol. Mejor dicho, para vivir del futbol.
En un principio, por las normativas y costumbres, lo hizo de manera disfrazada. Se estableció en un pequeño pueblo ingles llamado Darwen como cantero (que es el oficio y arte de labrar la piedra para su empleo en construcciones), y empezó a jugar futbol con ellos. Rápidamente dejo ese oficio, ya que en realidad, como mencione, lo que hacía era cobrar por jugar al fútbol, convirtiéndose así, en el primer jugador profesional de la historia.
La decisión de Suter fue muy controversial porque en esa época el futbol era considerado meramente amateur, hasta entonces nadie cobraba por jugar, no lo necesitaban porque la mayoría que lo practicaba era gente pudiente. Después, al crearse equipos en zonas industriales y pobres, se plantea la idea de que puedan cobrar un salario aun en contra de las normativas. Si la decisión de Suter al profesionalismo fue polémica y criticada, lo fue más cuando en 1880 paso a las filas del club Blackburn Rovers, cuando le ofrecieron una mejora en condiciones y salario. Siendo el Blackburn rival local del Darwen, su presencia en los partidos alimentaba la pasión, el morbo y el enfrentamiento (incluso violento) entre las aficiones.
Tras el nacimiento de la FA (Football Association) en 1863 en Inglaterra, el fútbol comenzó a atraer a multitud de aficionados, lo que hizo inevitable que nacieran negocios alrededor del fútbol, incluyendo por supuesto el pago a jugadores. En ese entorno casi prehistórico del balompié, Suter, que es un personaje casi desconocido para los aficionados actuales, fue de los que lograron un cambio radical en la forma de entender el futbol; no solo en la orientación al profesionalismo, sino en el entendimiento del mismo; ya que debido a su poco poderío físico, Suter fue pionero en intentar desarrollar las primeras herramientas tácticas para poder sobresalir en un deporte que hasta ese entonces era más parecido al rugby que al balompié que conocemos. En 1885, la FA legalizó el profesionalismo en el fútbol, y apenas unos años después, en 1888, nació la primera competición profesional: la Football League.
Tras haber ganado en tres ocasiones el ahora considerado torneo más antiguo del mundo: La FA Cup (1884, 1885 y 1886), el futbolista escoces colgó los botines en 1889 y se hizo cargo de un hotel en Darwen y años después se estableció en Blackpool, donde murió el 31 de julio de 1916, con 58 años de edad.
Y hoy toco este tema porque en estos días donde se recomienda estar en casa, el servicio de televisión por internet Netflix, acaba de estrenar la serie: “Juego de Caballeros”; donde el tema principal son los orígenes del fútbol y sus primeros pasos como deporte profesional en Inglaterra. Dicha serie tiene como protagonistas a los futbolistas Fergus “Fergie” Sutter y a su amigo Jimmy Love y su paso hacia el profesionalismo. La serie nos muestra que ambos jugadores iniciaron su carrera en el Partick escocés y que posteriormente jugarían en Inglaterra para Darwen (en la realidad, Love llegó antes que Sutter) y en el Blackburn Rovers. Históricamente, en este último equipo, no está claro que Love llegara a jugar nunca, ni que sufriera ninguna lesión, no hay datos que lo confirmen.
Pero la parte principal que desde mi punto de vista aborda la serie, es cómo el fútbol va metiéndose poco a poco en el pueblo y en su gente, y como empieza a formar parte de su identidad. Pasa de ser un deporte minoritario de la clase alta, a ser un deporte y espectáculo imprescindible para la gente de los pueblos obreros donde no hay nada más que celebrar que una victoria de su equipo. Eso conllevará al fanatismo creciente y a las rivalidades entre aficiones de distintas zonas. En ese sentido, debemos admitir lo poco ha cambiado el futbol desde entonces.
Otro punto importante de la serie, es la eterna lucha y diferencia de las clases sociales, ya que se muestra que los poderosos eran siempre los ganadores, hasta que la inclusión de jugadores pagados equilibra un poco dicha situación; esto, en la historia del futbol, llevo a la profesionalización y a la regularización; y digo que ha equilibrado solo un poco, porque la misma historia nos ha mostrado que al poder pagar por jugar, los que tienen más dinero, pueden pagar mejores jugadores y así, nuevamente los que más dinero tienen son los que acaban ganando los trofeos. La competitividad a gran nivel camina de la mano de la economía.
Una historia de futbol adaptada y romantizada para todo público, se convierte en una serie imperdible y totalmente recomendable para los amantes del futbol.
Me quedo con una frase de la serie (cuando la gente obrera y pobre coopera para los gastos del equipo del pueblo):
-Toda esa gente, ¿no necesita el dinero?
-Tal vez…. pero también necesitan futbol.
Y hoy, en estos días… también nosotros lo necesitamos.
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